Así se puede engañar a una pulsera deportiva con un simple rollo de papel higiénico

Cada vez son más las pulseras deportivas que incluyen pulsómetro pero, ¿son fiables? Muchos usuarios tienen sus dudas, sobre todo a raíz de los vídeos virales que afirman que dichas pulseras fitness son capaces de tomarle el pulso a objetos como bananas, tazas o rollos de papel higiénico.

¿Qué hay de cierto en esto? ¿Es verdad que el Apple Watch o la Xiaomi Mi Band 3 detectan frecuencia cardíaca en un rollo de papel? Sí, es verdad, como se puede comprobar en el vídeo publicado por Abacus, aunque no hay que lanzar las campanas al vuelo o tachar las mediciones de poco fiables, pues es un fenómeno con explicación.

Es totalmente cierto que si usas una de estas smartbands sobre un objeto inanimado te dirán igualmente que el pulso está entre 30 y 60 pulsaciones por minuto, aproximadamente, pero eso no significa que no debas fiarte de sus mediciones cuando te las colocas en la muñeca.

La explicación tiene su lógica, y es que prácticamente todas estas pulseras deportivas miden la frecuencia cardíaca por luces LED. Si te fijas, en la zona inferior tienen una luz verde que parpadea de forma casi constante. Miden las pulsaciones en función de los reflejos.

Eso hace que, al colocarla sobre un objeto que refleja dichas luces, sus sensores detecten pulsaciones, mayores en el caso de objetos que reflejan la luz como por ejemplo una taza.

Lo puedes comprobar ahora mismo en casa si tienes una smartband con pulsómetro, ya que incluso las más avanzadas tienen problemas cuando se enfrentan a este tipo de objetos.

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No obstante, como ya hemos dicho, que vean distorsionada la medición con objetos inanimados no significa que haya que poner en duda los valores que dan cuando la usas en ti mismo. La medición por LED verde es bastante exacta sobre la piel humana ya que la sangre no la refleja, y por eso una simple pulsera puede medir la frecuencia cardíaca.

Evidentemente los procedimientos de medición avanzan y son mejorables, y es precisamente la batalla en la que viven inmersas las principales marcas, cuyo objetivo es hacerse un hueco en el sector de la salud.