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El casco con airbag para ciclistas ya es una realidad

Hombre con casco de bici y gafas de protección

Unsplash

La movilidad urbana depende, en gran medida, de las bicicletas. Este vehículo de tracción humana tiene más de 100 años y en pleno 2022 es un elemento vital para millones de ciudadanos. Por todo esto, la seguridad sobre estas dos ruedas salva miles de vidas al año.

Lo primero de todo es dejarte una lista de consejos que la DGT considera la biblia del ciclista, porque si hablamos del tema lo más importante es que sepas como te tienes que comportar una vez te sientas en el sillín de tu bici.

Una vez visto esto, vamos con el invento que promete salvar miles y miles de vidas en el futuro. Aunque los cascos actuales de bicicleta ofrecen una gran protección, estos no evitan de sufrir una lesión en la cabeza si el golpe es muy aparatoso.

Este hecho ha llevado a dos empresas suecas a desarrollar un prototipo de casco equipado con airbag, lo que podría suponer una gran diferencia en caso de accidente.

Casco con airbag

El casco ha sido diseñado y probado gracias a la colaboración entre el fabricante de sistemas de seguridad para automóviles Autoliv y la empresa de ropa de protección POC.

Y aunque no se han facilitado muchos detalles técnicos, sabemos que el dispositivo incorpora sensores que detectan los movimientos asociados a las caídas repentinas, una unidad de control electrónico que infla el airbag y, por supuesto, el propio airbag.

Este último consiste en tres bolsas con cuerpo de tela que permanecen ocultos bajo los paneles exteriores desmontables del casco cuando no se utilizan, pero que se inflan y expanden instantáneamente cuando se produce un accidente.

Alcanzan una presión de 60 kilopascales (8,7 psi), cubriendo los laterales y la parte superior de la cabeza.

Según Autoliv, la idea es que el airbag actúe como absorbente de energía inicial, y que el forro de espuma subyacente del casco sirva como absorbente secundario. Se afirma que esta funcionalidad no compromete el diseño, el peso ni la comodidad del casco.

En un estudio previo, el casco se colocó en la cabeza de un maniquí de pruebas de choque, que se dejó caer desde un máximo de 1,8 m sobre superficies planas o inclinadas: esta situación simulaba diferentes tipos de impacto con la carretera u otras superficies.

Las pruebas demostraron que en un impacto a 20 km/h, el riesgo de que el usuario sufra lesiones moderadas o mortales en la cabeza se redujo del 80 % -si se utiliza un casco normal- al 30 %.

La siguiente fase de investigación está a punto de comenzar, y es de esperar que el resultado sea un producto comercial en algún momento del futuro. Si eres ciclista esta noticia es de esas que alegran el día.

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Etiquetas: Bicicletas