Cómo cargar más rápido un móvil Android antiguo sin sistema de carga rápida

Uno de los grandes alicientes de comprar un smartphone nuevo es el tiempo de carga reducidísimo que tienen los nuevos modelos. Xiaomi, Oppo o realme llevan unos años luchando por dar el máximo de vatios sin romper baterías. Algunos van por los 200 W y subiendo.

Si tienes un iPhone antiguo o un Samsung Galaxy de hace ya varios años y no lo quieres cambiar, tenemos unos cuantos trucos para que tus tiempos de carga no sean desesperantes. Porque las nuevas cámaras y los procesadores potentes están genial, pero la carga rápida es una ventaja muy útil en el día a día.

Sea por cable o de forma inalámbrica, las compañías tecnológicas han conseguido reducir los tiempos de carga a unos pocos minutos, lo que hace que preocuparse por la batería de nuestro móvil sea innecesario. Para ello, lo malo, hay que gastarse dinero en un teléfono nuevo.

Y como no todo el mundo está dispuesto a dejarse un dineral en un teléfono nuevo y, seamos sinceros, los smartphones de gama alta de hace unos años van muy bien, hoy te traemos una serie de recomendaciones para que tu viejo Android cargue más rápido que nunca:

Utiliza un cable de calidad

La diferencia de calidad entre dos cables puede ser enorme. Dentro del cable de carga hay cuatro cables individuales: rojo, verde, blanco y negro. Los cables blanco y verde son para la transferencia de datos, los rojos y negros son para la carga.

El número de amperios que pueden transportar los dos cables de carga viene determinado por su tamaño. Un cable estándar de calibre 28 puede transportar unos 0,5 amperios; un cable más grande de calibre 24 puede transportar 2 amperios. Esto puede ser una diferencia de carga de horas.

Puedes bajarte esta aplicación gratuita para comprobar la calidad de tu cargador y de tu cable. Es muy fácil de utilizar.

Evita la carga inalámbrica

La carga inalámbrica puede ser estupenda; es muy cómoda y conlleva menos cables, algo que seguro que cualquier persona agradece. Sin embargo, si la velocidad de carga es tu prioridad número uno, deberías evitarla.

Ofrece una experiencia de carga considerablemente más lenta que su homólogo con cable. De hecho, las pruebas suelen colocar esta carga como un 50 % más lenta.

Hay dos razones para ello. En primer lugar, es más eficiente transferir energía a través de un cable que por simple contacto. En segundo lugar, la energía desperdiciada se manifiesta en forma de exceso de calor.

Quita la funda de tu teléfono

En la actualidad, todos los smartphones utilizan baterías de iones de litio. La química que hay detrás de su funcionamiento dicta que el proceso de carga funciona de forma mucho más eficiente cuando la batería está fría.

Para una carga óptima, la temperatura de la batería debe estar entre 5 y 45 °C. Obviamente, la temperatura de la batería está controlada en parte por la temperatura ambiente que la rodea, y quitar la carcasa ayudará a reducirla. Por cierto, a temperaturas bajo cero va igual de mal que cuando hace mucho calor.

Utiliza un enchufe de pared y evita los puertos USB

Normalmente, los puertos USB que no son de pared solo ofrecen una potencia de salida de 0,5 A. En cambio, la carga con un USB que va enchufado a la pared suele dar 1A (dependiendo del dispositivo), es una mejora, pero sigue siendo lenta. 

No hay nada de malo en recibir un amperaje menor (no daña tu dispositivo) pero hace que el tiempo de carga sea realmente largo, lento y pesado. Lo ideal es conectar el smartphone a tu cargador oficial  y este conectarlo a la pared o regleta. Si conectas el móvil a un puerto USB de portátil ten claro que tardará mucho.

 Apaga el teléfono

Simple, pero a menudo se pasa por alto. Si tu teléfono está apagado mientras se recarga, se cargará mucho más rápido. Ya que no habrá nada que consuma la batería mientras se carga.

Por supuesto, apagar el teléfono mientras se está cargando tiene sus inconvenientes: no podrás recibir llamadas o mensajes urgentes. Pero si quieres darle a tu teléfono un empujón rápido de 15 minutos antes de salir de casa, apagarlo es el camino a seguir.

Limita el uso de tu teléfono mientras se carga

Si no puedes apagar el teléfono para que se cargue más rápido porque quieres estar al tanto de las notificaciones, intenta no usarlo demasiado mientras está enchufado. Utilizar el teléfono mientras se está cargando ralentiza el proceso.

En particular, el uso de aplicaciones intensivas, como los juegos, calentará el teléfono, ralentizando el proceso de carga y dañando la batería a largo plazo. 

Activar el modo avión

Gran parte de nuestra batería se va buscando señal de red. Como regla general, cuanto peor sea la señal, más rápido se agotará la batería. Por lo tanto, si vives en una zona con poca señal, cargar tu teléfono lleva más tiempo que si resides en un lugar con una señal fuerte.

¿La solución rápida? Poner el teléfono en modo avión antes de enchufarlo. Las pruebas sugieren que podría reducir el tiempo necesario para una carga completa hasta en un 25%. En el peor de los casos ganarás unos pocos minutos, que nunca está de más.