Así detectan explosivos estos saltamontes cyborg
Andrea Núñez-Torrón Stock

Un grupo de científicos dirigido por Barani Raman en la Universidad de Washington en St. Louis ha logrado todo un hito: rediseñar el sistema olfativo del saltamontes estadounidense "Schistocera americana" para inventar detectores de bombas biológicas.
Las neuronas receptoras olfativas de las antenas de insectos son las responsables de detectar olores químicos locales en el aire. Dichas neuronas mandan señales eléctricas a una sección del cerebro del insecto llamada lóbulo antenal, y se calcula que cada antena de saltamontea cuenta con cerca de 50.000 de esas neuronas.
Para su experimento, los responsables soplaron vapores de diversos materiales explosivos sobre las antenas de saltamontes, incluido el vapor de trinitrotolueno (TNT) y su precursor 2,4-dinitrotolueno (DNT). Los científicos utilizaron controles no explosivos como el benzaldehído y el aire caliente, el primero de los cuales es el ingrediente principal del aceite de almendras amargas.
Al implantar electrodos en los lóbulos antenales de los saltamontes, el equipo descubrió grupos de neuronas que se activaron cuando se expusieron a materiales explosivos. El análisis posterior de las señales eléctricas les permitió distinguir los vapores explosivos de los no explosivos, y también logró que los diferenciasen entre sí.
Para monitorear la actividad eléctrica en tiempo real, se dotó a los saltamontes con mochilas de sensores livianos capaces de grabar y transmitir información de forma inalámbrica a un ordenador. Sus cerebros pudieron detectar explosivos hasta siete horas tras la operación, tiempo después del cual los insectos se fatigaron y fallecieron.
Financiado por la Oficina de Investigación Naval de los Estados Unidos, los investigadores creen que los saltamontes podrían ver futuras aplicaciones en casos de gran interés para la seguridad nacional. Un conjunto de datos de siete saltamontes mostró una precisión promedio del 80% en la detección.
Este artículo fue publicado en TICbeat por Andrea Núñez-Torrón Stock.
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