Disney recurre a drones autónomos para el mantenimiento de los parques
La factoría Disney vuelve a sorprender por su innovación tecnológica destinada a sus famosos parques. Ha presentado un dron autónomo capaz que rocíar pintura; todo sugiere que está destinado a tareas de mantenimiento y que podríamos verlo pronto sobrevolando los parques y pintando alguna atracción.
Mantener en buen estado la multitud de atracciones de los parques Disney y preservar la magia de cada detalle, implica mucho trabajo y en más de una ocasión cerrar las atracciones al público para instalar los andamios necesarios para que los operarios lleguen a las partes más altas. Con el uso de drones ese mantenimiento se simplifica.
PaintCopter es el nombre que le han otorgado a este nuevo empleado del imperio de Walt Disney. Se trata de un DJI Matrice 100 modificado que va conectado a una fuente en el suelo que le proporciona energía; han descartado el uso de baterías para poder realizar los trabajos de mayor duración sin peligro de que se acabe la batería.
A su vez, otro cable transmite la pintura hasta la boquilla de spray que maneja el dron, que de forma automática puede reproducir las imágenes y dibujos que le proporcionen; así, como se puede ver al final del vídeo, puede grafitear la silueta del Oso y el Madroño, representativa de la Comunidad de Madrid en una pared.
La calidad de dibujo aún debe perfeccionar bastante hasta que los responsables del parque puedan confiar a este dron el mantenimiento de las torres del castillo. Un ejemplo más de la capacidad de la tecnología dron para revolucionar diversas industrias y facilitar el trabajo de los empleados.
Otras tecnologías para avivar la magia
Este dron pintor se suma a otros robots o dispositivos curiosos que pronto inundarán los parques de atracciones de la compañía, que parece muy interesada en sacar el máximo partido a la innovación tecnológica. Hemos llegado a ver un robot acróbata realmente espectacular que podría sustituir a los actores de doblaje en escenas de acción muy peligrosas y cuyos saltos por los aires dejaran a los visitantes boquiabiertos.
Otra novedad serán las atracciones de realidad virtual. Los más veteranos recordaran aquellas atracciones de los años 90 en las que Disney recurría al cine en 3D y asientos con movimientos y distintos dispositivos para sumergir al espectador en una experiencia más realista. Básicamente consistía en unos muelles debajo de las butacas que reproducían el movimiento de animales por el suelo y hacían saltar al público.
La reinvención de esa tecnología es la realidad virtual y un curioso chaleco desarrollado en colaboración con el MIT. La realidad háptica o del tacto, permite sentir lo que vemos y oímos con las gafas y auriculares de realidad virtual, como por ejemplo, imitar la sensación de serpientes deslizándose sobre el cuerpo, gracias a las bolsas de aire que se inflan y desinflan simulando la presión de un golpe en el hombro o las vibraciones del cuerpo al encender una moto.
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