EE.UU. y varios países europeos, España entre ellos, llegan a un acuerdo sobre la tasa Google

La tasa Google ha sido centro de noticias durante los últimos meses. Este tipo de impuesto grava determinados servicios digitales a las grandes compañías, por ejemplo Google, que realizan actos a nivel global.

Estados Unidos es uno de los países a los que más afecta, dado que Google o Facebook pertenecen a su país, por lo que estas poderosas compañías sufren este recargo. 

Con la anterior administración en manos de Donald Trump, hubo amenazas por parte de Estados Unidos a los países que tenían dicha tasa. Ahora, con Joe Biden en la Casa Blanca, parece que se han calmado los ánimos y se ha llegado a un acuerdo. 

Todo esto se debe a la pose menos beligerante por parte del Presidente de Estados Unidos y a la decisión crear un impuesto global por parte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el desarrollo económico), que gravaría este tipo de servicios de manera fija.

Este acuerdo dice que, a partir de 2023 (en un principio), los servicios digitales tendrían un impuesto del 15% allí donde se genere negocio. Es decir, que si una empresa como Google obtiene rentas en un país, deberá pagar al fisco de ese país.

Antes de este acuerdo, Estados Unidos había propuesto una serie de aranceles a los productos de algunos países, con el Reino Unido siendo el que peor salía parado. Como este impuesto global que se acaba de aprobar las posiciones de los países han cambiado.

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Ahora se ha acordado entre Estados Unidos, España, Austria, Reino Unido, Francia e Italia que la tasa Google seguirá vigente hasta que llegue el impuesto global. Con esta decisión se han acabado las amenazas arancelarias por parte de todos los países y todo seguirá como está.

En un principio Estados Unidos pedía la derogación de la tasa Google, pero la unión de los países del viejo continente no ha cedido en ese aspecto. 

Parece que con las aguas más tranquilas, seguirá ingresándose la tasa Google, mientras llega el impuesto global de la OCDE.