Estados Unidos pedirá a los visitantes sus perfiles de redes sociales

¿Hasta qué punto es posible que nos afecte lo que escribimos en redes sociales? Puede provocar que alguien se enfade con nosotros, peligre nuestro puesto de trabajo o, ahora también, nos suponga un problema para entrar en Estados Unidos. La administración de Donald Trump pedirá a los solicitantes de visado de entrada que den datos sobre sus redes sociales.

Como bien saben muchos, hayan ido o no a Estados Unidos, para acceder al país hay que solicitar un visado de entrada que variará de modelo según cuál sea el objetivo: turismo, negocios, trabajo… A la hora de rellenar los formularios de la visa se piden una serie de datos personales, como dirección, teléfono, correo electrónico y, ahora también, perfiles de redes sociales.

El Departamento de Estados Unidos solicitará a inmigrantes y visitantes los perfiles que se tengan en distintas redes sociales, como Instagram, Facebook, YouTube o Twitter. El objetivo de esta medida, que afectará a más de 15 millones de personas, es conseguir más información sobre quienes entren en el país.

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Según el Departamento de Estado, esta medida se suma a otras con el objetivo de “mejorar nuestros procesos de detección para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos” y ayudará a optimizar el “proceso para examinar a estos solicitantes y confirmar su identidad”.

Ya en el pasado esta clase de información ha causado problemas a personas que trataron de acceder al país tras detectar que habían estado en zonas marcadas como peligrosas al estar controladas por grupos considerados terroristas. Como muchas de las medidas que ha tomado el gobierno de Estados Unidos en este aspecto, existen numerosos grupos preocupados por los derechos, la libertad de expresión y la arbitrariedad que puede darse con esta medida.

Medios y políticos ponen en duda la fiabilidad de la información extraída de redes sociales, así como si puede discriminar especialmente a visitantes de países árabes.

Existe otro detalle a conocer y es cómo será la comunicación del gobierno con las empresas de redes sociales para lograr datos en caso de que necesiten mayor información. Por ahora, queda mucho por saber sobre estos aspectos.