Estos microdrones abren puertas y levantan 40 veces su propio peso

Hoy en día podemos comprar microdrones en cualquier tienda online por apenas 15 euros. Caben en la palma de la mano y son muy ligeros, pero también sabemos que no son capaces de levantar el peso de una hoja de papel. Los microdrones de más calidad pueden transportar su propio peso, lo cual ya es un gran logro, aunque hablemos de apenas 100 gramos. Los minidrones de la Universidad de Stanford juegan en otra liga: son capaces de abrir puertas y transportar 40 veces su propio peso. ¿Cómo lo hacen?

Matthew Estrada, doctorado en Física por la Universidad de Stanford, y un equipo del laboratorio de Biomimética, han estado trabajando en unos minidrones equipados con ganchosque se inspiran en las habilidades morfológicas de insectos como las avispas y los escarabajos, capaces de transportar varias veces su propio peso.

Estos minidrones, llamados FlyCroTugs, son capaces de coger objetos, abrir puertas, y levantar 40 veces su propio peso. Pesan solo 100 gramos, pero levantan botellas de agua de hasta 4 Kilos de peso. Puedes verlo en este vídeo:

Como hemos comentado estos superpoderes son, en realidad, un simple clonación de la morfología de los insectos.

Muchos animales que son capaces de escalar por las paredes tienen unas especie de rugosidad en las patas, docenas de minigarras que les permiten adherirse a los poros de las paredes o los árboles. Estos minidrones poseen unas pequeñas minigarras en las patas, que les sirve para sujetarse en superficies porosas, y hacer palanca cuando cogen un peso con sus ganchos. Así es como levantan 40 veces su propio peso. Es una técnica similar a la palanca que se hace cuando subes a alguien tirando de una cuerda por una ventana.

Los minidrones FlyCroTugs están equipados con un gancho de silicona que se pega al cristal en una única dirección, así que al tirar en otra diferente, puede soltarse de forma sencilla.

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Como vemos en el vídeo, estos drones también son capaces de abrir puertas.

Más allá de la curiosidad, el objetivo de la Universidad de Stanford es aplicar estos conceptos a drones más grandes que puedan levantar pesos importantes. Serían muy útiles, por ejemplo, para rescatar víctimas de un terremoto. Los drones pueden colarse fácilmente por cualquier hueco de un edificio derrumbado, y podrían ayudar a las víctimas levantando objetos que los mantienen atrapados.