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Estos sensores inspirados en semillas de dientes de león son capaces de rastrear las señales del cambio climático

Sensores inspirados en semillas de dientes de león

Mark Stone/University of Washington

Estos pequeños dispositivos, además de no quedarse sin energía nunca, son capaces de recoger multitud de información con sus sensores a decenas de metros de su lanzamiento original.

Cada vez se hace más indispensable la obligatoriedad de tener que realizar un seguimiento pormenorizado de los cambios de temperatura, humedad y otras condiciones en nuestro entorno, una forma que vamos a tener de entender y conocer cómo afecta el cambio climático a nuestra comunidad.

Y es por ello que investigadores de la Universidad de Washingtonhan desarrollado un pequeño dispositivo que porta distintos sensores que pueden ser arrastrados por el viento mientras que caen hacia el suelo.

Este diseño está inspirado en la forma en que los dientes de león esparcen sus semillas con el viento y evidentemente se encontraron con el desafío de hacer que este sistema sea tan liviano como una semilla de diente de león real.

Hasta dar con el diseño definitivo, probaron anteriormente 75 diseños basados en semillas de dientes de león para determinar cuál era la adecuada.

Finalmente el diseño escogido es 30 veces más pesado que una semilla de diente de león de 1 mg, pero lo mejor de todo es que puede viajar hasta 100 m con una brisa moderada desde que es lanzado por un dron.

Este pequeño dispositivo puede contener al menos cuatro sensores, y una vez ya en tierra, es capaz de utilizar sus diminutos paneles solares para alimentar sus componentes electrónicos y poder así compartir datos de sus sensores a una distancia de hasta 60 m. Por otra parte, un pequeño condensador integrado permite almacenar energía durante la noche o en días nublados.

Sensores inspirados en semillas de dientes de león

Mark Stone/University of Washington

Nuestro prototipo sugiere que se podría usar un dron para liberar miles de estos dispositivos en un solo lanzamiento. Todos serán llevados por el viento de una manera un poco diferente y, básicamente, poderse crear una red de 1000 dispositivos con esta caída”, afirma el autor principal Shyam Gollakota, profesor de la Universidad de Washington.

Lo bueno de su diseño, es que provoca que estos pequeños dispositivos puedan aterrizar con los paneles solares en posición vertical el 95 % del tiempo, y su forma les permite voltearse y caer en una orientación vertical constante similar a una semilla de diente de león real.

Gracias a este diseño sin batería, y que cuenta con elementos que permiten aprovecharse de energía como la solar, provoca que el dispositivo siga funcionando hasta que se descomponga físicamente.

"Hay muchas otras direcciones que podemos tomar ahora, como desarrollar implementaciones a mayor escala, crear dispositivos que puedan cambiar de forma a medida que caen, o incluso agregar más movilidad para que los dispositivos puedan moverse una vez que estén en el suelo para acercarlos a una zona sobre la que tengamos curiosidad”, afirma Vikram Iyer, profesor de la Universidad de Washington.

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Etiquetas: Medio Ambiente