El exCEO de Google, Eric Schmidt, ha comparado la importancia de la IA con las bombas nucleares

El desarrollo de la inteligencia artificial está siendo increíble y todos los grandes países reman a favor de su uso en nuestras sociedades. Sin embargo, todo depende de cómo se use y cuáles sean tus objetivos y el exCEO de Google no tiene muy claro que esto vaya a revertirse en algo positivo.

Recientemente otro CEO, en este caso el de Serve Robotics, afirmó tener bastante claro que pese a que, nosotros nos empeñemos en hablar de los progresos de la IA, la realidad es bastante diferente. Nos hemos dejado nublar por lo mediático y en realidad hay poco avance.

Considera que actualmente una IA no consigue ser precisa y fiable a la vez. Si consigue al 100 % una, pecará en la otra y viceversa. Resolver esto sigue siendo el santo grial de la IA.

Pues bien, ahora, el exCEO de Google, Eric Schmidt, compara la IA con las armas nucleares y pide que los países más fuertes a nivel mundial no puedan usarlos como arma de guerra.

Es cierto que la rebelión de los robots o los problemas que pueden llegar a generar con respecto a nuestra seguridad se ha valorado como ciencia ficción, pero ahora las cosas en el mundo real podrían ser diferentes. 

Y es que, actualmente, los robots pueden adaptarse al entorno, dominar nuevos procesos y alterar su comportamiento para resolver tareas complejas y dinámicas. Aunque sobre todo pueden ser usados para fines no demasiado positivos.

Schmidt solicita que la tecnología esté más en consonancia con la ética y la moral de las personas a las que sirve y ahí es donde entra esa frase en la que compara la IA y las armas nucleares.

"Me preocupa mucho que la opinión de Estados Unidos de que China es corrupta o comunista o lo que sea, y la opinión de China de que Estados Unidos está fracasando. Comenzar algún tipo de cosa en la que, porque te estás armando o preparando, entonces desencadenas el otro lado. No tenemos a nadie trabajando en eso y, sin embargo, la IA es así de poderosa", explicaba Schmidt.

Es por esto que solicita, aunque más bien expone e imagina, un futuro cercano en el que tanto China como Estados Unidos tengan preocupaciones de seguridad con respecto a este tema y se lo tomen muy en serio como para firmar una especie de tratado.

"La IA es un reflejo de su creador. No puede arrasar una ciudad con una explosión de 1,2 megatones. No a menos que un humano le enseñe a hacerlo", finaliza.