España se ha quedado fuera de uno de los programas más importantes de investigación oceanográfica debido al impago de las cuotas al Consorcio Europeo para Perforaciones de Investigación Oceánica. La situación es compleja y, sobre todo, descabellada ya que pone en peligro el trabajo de cientos de científicos españoles que se dedican a este campo de estudio.

Al ahondar en la problemática de esta situación nos encontramos a que no es la primera vez que el Consorcio Europeo para Perforaciones de Investigación Oceánica expulsa a España de sus campañas. La primera vez que se dio esta situación fue en el 2015 cuando, al igual que ahora, el gobierno no aportó las cuotas necesarias como para seguir formando parte de este organismo.

Siete años más tarde la situación se vuelve a repetir y, ahora, la situación parece ser más complicada que antes. En 2015 la cifra de impago ascendía hasta el medio millón de dólares, en 2022 esta cuota es de 150.000 euros y no se ha subsanado desde el 2017. Tal y como indica El Confidencial, la situación ha llegado a un punto límite por parte del organismo de investigación oceánica.

¿Cuál es la problemática de este veto a España? Como adelantábamos al principio, las personas que van a sufrir en sus propias carnes esta expulsión son los científicos y científicas que se dedican al estudio oceanográfico. Y, es que, al no formar parte del consorcio no podrán acceder a uno de los buques de investigación más avanzados del momento.

Hablamos del Joides Resolution, un buque construido para ser el punto central en las diferentes campañas de investigación que surcan los mares. La envergadura de este titánico barco es de 143 metros de eslora y una altura de 62 metros, aunque su tamaño no es el dato más impresionante acerca de este gigante de acero que surca los mares.

El Joides Resolution cuenta con una estructura de perforación que es capaz de descender hasta 8.000 metros para recoger muestras de sedimentos marinos que luego son estudios para entender, por ejemplo, los diferentes periodos climáticos que ha experimentado el planeta Tierra y, además, cómo estos pueden darse de nuevo debido al cambio climático.

Hay luz al final del camino y el Ministerio de Ciencia ya ha lanzado un comunicado en el que relata que el impago se debe a un error burocrático que ya está en proceso de ser arreglado. Eso sí, mientras el dinero no llegue al Consorcio Europeo para Perforaciones de Investigación Oceánica, ningún científico o científica podrá pisar el Joides Resolution.