Hace unas semanas pudimos ver un caso parecido en Apple. La compañía de Tim Cook envió un comunicado en el que amenazaban con despidos a quien filtrase información y este acabó en los medios en pocas horas. Algo así ha ocurrido con Facebook.

Parece ser que esto nace en Facebook ahora tras sufrir las filtraciones que está realizando Frances Haugen sobre temas especialmente sensibles como el efecto que provoca Instagram en los adolescentes y su relación depresiones y suicidios.

Para contener este tipo de casos, se están poniendo límites en Facebook a los empleados que tratan los temas más sensibles, como son la seguridad y lo relacionado con la política, según ha informado The New York Times. Un cambio en la estrategia que se ha tenido hasta ahora.

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Hasta hace poco, en Facebook se ha mantenido una comunicación relativamente abierta entre las distintas secciones de la empresa, incluso con una plataforma en la que se han tratado y discutido temas controvertidos con relativa libertad.

Pero ante la situación que se vive se están poniendo una serie de límites y cambiando a espacios privados algunos grupos y debates. Según ha informado Facebook a sus empleados: "Las discusiones de integridad sensible se llevarán a cabo en foros cerrados y seleccionados en el futuro".

En Engadget también hablan sobre la incomodidad de los empleados y la preocupación que les da el que se aísle a los equipos que trabajan en temas importantes. Piensan que puede "hacer más daño que bien".

Tal como se observa, los afectados por estas nuevas medidas, los mismos empleados, no han tardado en filtrar los cambios a un medio tan importante como es The New York Times. Contener este tipo de información que da mala imagen es una tarea muy complicada que apenas ninguna empresa logra. Otro frente en Facebook, que nunca se aleja de la polémica.