La gasolinera aérea para que reposten cazas F18 es un dron autónomo

Si bien llevamos años hablando de que los drones son una herramienta súper útil, apenas hemos pasado de usarlos para grabar bonitas puestas de sol o para que Amazon nos deje un paquete en el jardín trasero.

Pero ahí se acababa la innovación de los drones, vehículos no tripulados que suelen aparecer en las noticias por haberla liado en algún aeropuerto (algunos aficionados a este pasatiempo son poco de respetar las normas de seguridad).

Por fortuna, hay vida más allá, y si en algún campo de la investigación el dinero no es problema ese es el militar.

En ese sentido, Boeing y Northrop Grumman han llevado a cabo por primera vez un reabastecimiento en el aire de una caza F18 a través de dron autónomo en una condiciones muy específicas.

El dron MQ-25 T1, cuyo nombre en clave es Stingray, fue desarrollado y construido por Boeing, después de que la empresa aeroespacial obtuviera un contrato con la Armada estadounidense por valor de 805 millones de dólares.

Ahora, dos años después, el MQ-25 ha conseguido repostar de forma autónoma en pleno vuelo a un F/A-18 Super Hornet pilotado.

Para realizar el repostaje, el piloto del caza comenzó a volar en formación cerrada por debajo y detrás del dron, momento en el que el MQ-25 soltó y extendió su manguera de suministro de combustible, la cual es, básicamente, un receptáculo en forma de embudo en el extremo de una larga manguera, y se acopló al frontal del caza para repostarlo.

Los planes de Boeing prevén que los drones cisterna operen fuera de los portaaviones, lanzándose al aire para repostar a los F/A-18 Super Hornets, EA-18G Growlers y F-35C Lightning II que pasen por la zona.

Actualmente esta tarea la realizaban los F/A-18 pilotados, por lo que debían ser retirados de sus misiones de combate para poder hacerlo, de ahí la importancia de que los drones puedan ocuparse de estas cuestiones de mantenimiento.