Los últimos meses no están siendo los mejores para los que invierten en criptomonedas. Se han ido acumulando caídas en su valor y se esperan más regulaciones en varios países que provocarán distintas respuestas, por lo que hay quien prefiere aguardar antes de depositar su dinero en criptoactivos.

Ahora parecen tiempos lejanos, pero no hace demasiados meses el bitcoin alcanzó los 66.000 dólares. Fue en octubre. Desde entonces se han ido acumulando problemas y en este mismo momento se encuentra en 43.820 dólares, se ha dejado por el camino sobre un tercio de su valor. Una vez se ha estabilizado rondando esos números, no hay esperanzas de una próxima gran revalorización.

En El Español se han hecho eco de la Encuesta Global de Gestores de Fondos. Esta la elabora el Bank of America y es uno de los grandes referentes para conocer las preocupaciones y perspectivas que se tienen en el mercado.

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En la reciente encuesta se ha visto una caída de dos puntos en cuanto al sentimiento sobre las criptomonedas y en este momento se sitúa en el 5 %, poco más que el oro.

Las inversiones más clásicas son la que se imponen. Por encima de la criptomoneda más conocida se encuentran la inversión en Wall Street (con el índice S&P 500), el petroleo y las bolsas emergentes. Es el petróleo el que más ha subido en los últimos meses.

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Ante la inestabilidad que se mantiene en otros mercados, las materias primas energéticas son un seguro y todo apunta a que el barril de petróleo Brent acabe el año por encima de los 100 dólares.

En todo caso, las inversiones en criptoactivos se reducen a la espera de saber qué ocurre en los próximos meses y si los gobiernos se mueven definitivamente para acoger a las criptomonedas en el sistema o ponen más barreras a su minado y compraventa. Mientras, los grandes inversores prefieren centrarse en los valores más clásicos.