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Hace ya 18 años fue el primer vuelo espacial privado, SpaceShipOne

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SpaceShipOne

El 21 de junio de 2004 se realizó el primer vuelo espacial tripulado, de mano del SpaceShipOne, nave propiedad de la empresa Scaled Composites.

El espacio, uno de los grandes misterios y fascinaciones del ser humano, ha sido objeto de infinidad de ideas, proyectos y travesuras a lo largo de la humanidad, y que sigue siendo uno de los pilares de la investigación con más interés de descubrimiento a día de hoy.

No es una falacia que uno de los principales objetivos de las empresas que dedican su trabajo al espacio sea la posibilidad de viajar al espacio sin necesidad de ser astronauta, ya sea para poder observar la Tierra desde fuera, o poder viajar a otros planetas en el futuro,

Uno de los casos más notorios e importantes es el de Space X, empresa fundada por Elon Musk, que busca poder realizar viajes comerciales a Marte y que no cesa en su objetivo, avanzando a niveles nunca vistos antes.

Aunque un viaje a Marte suena como algo increíble, todavía hay ciertas dificultades en ello, aunque no es necesario tener que llegar a otro planeta para considerar el mismo un viaje espacial.

Resulta que hoy, se cumplen 18 años del primer vuelo espacial tripulado de capital privado, que fue capaz de superar los 100 kilómetros de altitud, dos veces además, gracias a la nave SpaceShipOne.

Esta fue diseñada por Burt Rutan y financiada por Paul Allen a través de la empresa Scaled Composites. La misma fue pilotada por Mike Melvill, con 63 años de edad, el cual consiguió permanecer durante 10 minutos en el espacio.

Conseguir esta hazaña le convirtió en el primero astronauta comercial de la historia, y que abrió las puertas a que más empresas intentaran conseguir algo similar.

La SpaceShipOne es una nave espacial suborbital que cuenta con espacio para dos personas, y que se mueve mediante un cohete propulsado por una mezcla de combustible sólido y óxido nitroso.

SpaceShipOne

La forma en que la misma funcionaba era algo peculiar, ya que había que transportarla hasta los 15 kilómetros de altitud, y una vez allí, se soltaba para después encender su motor y emprender un ascenso hasta los 100 kilómetros.

La encargada de transportar esta nave fue el avión White Knight, que se adosaba a la parte superior del ya mencionado SpaceShipOne, y que después se despegaba del mismo.

SpaceShipOne adosada a White Knight
SpaceShipOne adosada a White Knight

Curiosa también la forma en que diseñaron el descenso de la misma, el cual hace desplegar las alas de la nave de forma que buscan una alineación aerodinámica hasta alcanzar elevaciones bajas, donde después coloca las alas en posición original y planea hasta su aterrizaje.

Sabemos que gracias a este viaje privado muchas compañías por fin se atrevieron a desarrollar e investigar en vuelos privados en un futuro, y es algo que debemos de agradecer a este SpaceShipOne, y que con suerte en los próximos años conseguirá su objetivo.

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Etiquetas: NASA