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Microsoft tiene la solución para las actualizaciones problemáticas de Windows 10

Ordenador portátil con Windows 10

El año 2018 no fue ni mucho menos fácil para Microsoft, que tuvo que afrontar varios problemas con actualizaciones de Windows particularmente molestos para todo el mundo, empezando por el que directamente hacía desaparecer para siempre archivos del disco duro de los usuarios. Y no fue el único bug en dichas actualizaciones, de ahí que la compañía se pusiera manos a la obra rápidamente.

Tras varios meses de pruebas, parece que Microsoft ya sabe cómo solucionar los problemas con las actualizaciones de Windows, o más bien cómo minimizar daños en caso de que algo así vuelva a ocurrir.

Hasta el momento, una vez producido el fallo, el usuario tenía que apañárselas para reiniciar su ordenador tras una instalación fallida. A partir de ahora las cosas van a cambiar.

Según parece, la próxima vez que instales una actualización no tendrás que preocuparte por si algo sale mal. En caso de haber un fallo, el instalador restaurará automáticamente el sistema a un punto anterior a la instalación, sin daños y sin problemas.

Claro está que no se aclara cómo afectará esto a la velocidad del proceso, y es que se tiende que será necesario crear un punto de restauración al que volver, algo que de por sí ya puede tardar varios minutos en completarse.

Esto sólo se hará si un fallo en la instalación hace que tu PC corra peligro de sufrir daños. En ese caso, los nuevos archivos son eliminados y restaurados a la última versión funcional.

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Microsoft se repone y afronta un 2019 vital

 Los traspiés de Windows en 2018 no han desanimado a Microsoft, que continúa actualizando y mejorando Windows 10. Además, tienen previsto lanzar una nueva versión de su sistema operativo estrella. Se trata de Windows 10 Lite, pensado para agilizar el funcionamiento en ordenadores lentos, una forma de competir contra los Chromebooks.

Dicho esto, la compañía tiene por delante un año muy difícil, totalmente fuera del mercado móvil y con las ventas de ordenadores bajo mínimos, tiene que intentar mantenerse a flote en un mercado cada vez más competitivo.

La principal batalla reputacional que mantiene Microsoft en torno a W10 tiene que ver con este problema, el de las actualizaciones, que tienen una merecida mala fama por haber sido forzadas y erróneas durante bastante tiempo. Por suerte para todos, parece que desde la marca se trabaja para solventarlo lo antes posible.

Ya veremos si consiguen sus objetivos, aunque sin duda cuentan con el apoyo de prácticamente todos los fabricantes de PC del mundo. Salvo unos cuantos que trabajan con ChromeOS y Apple, Windows sigue siendo con diferencia el sistema operativo favorito.

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