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Moflin, la mascota con IA que siente emociones y evoluciona para los que no pueden tener animales en casa

Moflin
Vanguard Industries
Ingenieros japoneses han sido capaces de crear una mascota robótica en forma de hámster con inteligencia artificial evolutiva que va dirigida a fines terapéuticos, y que puede aprender en tiempo real según el trato que tenga con otros seres humanos o incluso animales.

Además de las mascotas de carne y hueso que nos acompañan en nuestra vida para favorecer nuestro bienestar social como los perros, gatos y otros animales, también hay animales virtuales o robots que intentan desempeñar una compañía similar, muchos con fines terapéuticos.

Y como nos movemos a una sociedad en la que cada vez se tiene menos contacto con otras personas y donde muchas relaciones sentimentales o laborales han pasado a entornos virtuales, también el mundo de las mascotas evoluciona y en Japón llevan ventaja al respecto. No obstante en Japón ya existe el famoso perro robot Aibo de Sony que triunfa entre las personas mayores, y por ese mismo camino está a punto de nacer Moflin, una mascota con inteligencia artificial evolutiva y que podrás amoldar a tu forma de ser.

Se trata de un proyecto que está en la financiación colectiva de Kickstarter, ya financiado, y que empezará a distribuir sus primeras unidades a partir de marzo a un precio inicial de unos 400 dólares al cambio, y si bien te puede parecer caro, quizás cambies de opinión al seguir leyendo.

Moflin
Vanguard Industries

De hecho esta criatura llamada Moflin cuenta con capacidades emocionales que evolucionan como si fuera un animal vivo. Sus creadores Vanguard Industries pueden estar contentos porque su invento ha recibido el premio a la mejor innovación en robótica en el CES 2021.

Moflin
Vanguard Industries

Según explica sus creadores, Moflin “utiliza un algoritmo inspirado en la naturaleza para aprender y crecer a partir de patrones que va testando a través de sus sensores en el contacto con otros seres humanos o animales”.

Señalan que Moflin “elegirá entre un número infinito de combinaciones de patrones de sonido y móviles para responder y expresar sus sentimientos. Para decirlo en términos simples, es como si estuviera interactuando con una mascota viva”.

De hecho, gracias a este algoritmo, la mascota podría pasar por distintos estados de ánimo como estresado, contento, ansioso, triste, seguro o calmado, entre otros tantos.

No se trata de un juguete, dado que es un robot mascota enfocado a buscar beneficios terapéuticos, sea para personas que se sientan solas o para gente mayor que tiene un contacto social inferior.

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