Los drones están revolucionando la navegación aérea. Aunque muchos de ellos se usan en misiones de rescate, prevención de incendios o incluso para plantar árboles, también tienen una aplicación militar.

La empresa Spear se dedica a fabricar drones encapsulados enfocados al reconocimiento aéreo. Este tipo de drones presentan ventajas en el despegue que no son demasiado importantes en aplicaciones civiles, pero pueden ser vitales en el ámbito militar.

Su modelo más avanzado es el Nixon 103 UW UAS, el dron volador que despega como un torpedo desde un submarino en el fondo del mar, y alcanza los 50 metros de altura en cuestión de segundos. Puedes verlo en funcionamiento en este vídeo:

La clave está en su diseño en formato dron encapsulado. Esto significa que el dron se pliega de tal forma, que cabe en un tubo.

Este tubo se puedar lanzar como un proyectil, de diferentes formas. Los primeros modelos, como el Nixon 40 o el Nixon 66, se lanzan desde una especie de escopeta, o desde un vehículo en marcha.

Pero el Nixon 103 UW UASpuede lanzarse desde un torpedo submarino, en el fondo del mar. Como vemos en el vídeo, el submarino dispara al torpedo desde dentro del agua, que emerge hasta la superficie.

Allí el torpedo se abre y "dispara el dron", que alcanza los 20 o 30 metros de altura en un par de segundos. El dron despliega sus rotores tras el lanzamiento, y puede a comenzar a operar desde una altura elevada.

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Con este sistema es más difícil de detectar y es menos vulnerable en el despegue, que es el punto débil de cualquier dron. Además alcanza una altura considerable en poco tiempo.

El dron militar Nixon 103 UW UAS se utiliza en labores de espionaje y reconocimiento. Es un dron autónomo dotado de inteligencia artificial, con un rango de 10 kilómetros y una autonomía de 45 minutos. Puede transportar hasta 1 Kg de carga.

Varios ejércitos del mundo, incluyendo el de Estados Unidos, ya utilizan este tipo de drones en sus operaciones.