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No calibrar el televisor tiene sus consecuencias, Juego de Tronos es una prueba de ello

Juego de tronos 8x03
HBO

Más allá del desenlace del último episodio de Juego de Tronos, del cual desde ya te adelantamos que no incluimos ningún spoiler, la mayor polémica de este episodio de la popular serie gira en torno a lo que millones de espectadores no han podido ver en sus pantallas. Si te has perdido la mitad del episodio porque solo veías oscuridad en tu TV, tal vez te interese lo que te contamos a continuación.

Todavía no había terminado el episodio y eran muchos los fans de la serie que se asomaban a las redes sociales para quejarse de la excesiva oscuridad de las escenas, en las que apenas se apreciaban las siluetas de los actores.

Los responsables de fotografía de la serie, así como otros expertos en fotografía de cine también salieron al encuentro de las criticas argumentando que el problema no estaba tanto en el etalonaje (proceso de tratamiento del color y la iluminación de las escenas) del episodio, como en el calibrado de tu televisor y las condiciones en las que has visto el último episodio de Juego de Tronos.

El calibrado de TV, ese gran desconocido

La inmensa mayoría de usuarios nunca han calibrado su televisor. De hecho, un elevado porcentaje probablemente ni siquiera es consciente de que es un proceso necesario si quieres aprovechar al máximo las prestaciones del televisor.

Por lo general, los televisores no vienen calibrados de fábrica. Por lo que para obtener una buena calidad de imagen será necesario hacerlo durante su puesta en marcha. Al hacerlo se configuran valores tan importantes en la visualización como el brillo o el contraste.

Así puedes calibrar tu televisor para tener la mejor imagen

Dado que la mayoría de los usuarios no lleva a cabo este calibrado, el resultado es que cuando se intenta visualizar un contenido con un índice de luminosidad tan al límite como es el último episodio de Juego de Tronos, el resultado es una masa negra que se mueve por la pantalla siendo imposible visualizar el mínimo detalle.

Elige el modo de color correcto en función del contenido

Algunas marcas ofrecen diferentes modos de visualización precalibrado. La tendencia es elegir el modo más genérico el primer día de instalación del televisor y no cambiarlo independientemente del tipo de contenido que se vaya a ver.

Del mismo modo que no se te ocurriría ir a jugar un partido de fútbol con tacones, ver todo tipo de contenidos con el mismo ajuste de color en tu TV no es una buena idea.

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El último episodio de Juego de Tronos ha sido creado con una fotografía más cercana al cine, por lo que para obtener los mejores resultados, lo mejor es optar por el modo de color Cine o Película en tu televisor.

Esto hace que los colores que muestre tu televisor se asemejen más a los que realmente tienen los originales del contenido, que te podemos asegurar que no son tan oscuros como que muchos usuarios afirman.

Los cines no tienen las luces encendidas

Otro de los factores clave por el que muchos usuarios no han podido apreciar todos los detalles de las escenas del último episodio de Juego de Tronos es por la iluminación de la sala en la que estaban viéndolo.

El brillo de la pantalla es un factor clave para destacar los detalles en escenas oscuras, pero si el brillo de la iluminación ambiental supera al de la pantalla –algo que sucede con cierta facilidad— el nivel de detalle baja considerablemente.

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Prácticamente nadie ve la televisión totalmente a oscuras, por lo que es fácil que la iluminación ambiental contrarreste la emitida por el televisor y se pierdan los detalles más sutiles.

Por lo tanto, ante una película o escena con una fotografía eminentemente oscura, lo mejor es verlo con las luces apagadas o con la luz más tenue posible. Verás que de repente los detalles de la imagen empiezan a hacerse más notables.

La calidad de imagen no siempre es la mejor

Otro aspecto clase para disfrutar de los contenidos en tu televisor es procurar que la fuente sea de la máxima calidad. No es lo mismo ver un contenido reproducido desde un BluRay, que desde YouTube.

Juego de Tronos

En este sentido, y continuando con el caso de Juego de Tronos, hablamos de un contenido de vídeo a demanda a través de Internet. Esto, de primeras, ya presenta un serio problema de compresión de datos en la transmisión del contenido, ya que actualmente ninguna plataforma es capaz de igualar la calidad del BluRay.

Eso significa que a la imagen que te llega a través de la plataforma de vídeo en streaming le falta información que no se muestra en pantalla y, por lo tanto, no puede mostrarte todos los detalles que sí se incluyen en el contenido original.

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El efecto se agrava cuando, como en el caso de Juego de Tronos, millones de usuarios quieren acceder al mismo tiempo a un mismo contenido. Esto provoca la saturación de los servidores y un bajón en la calidad de la transmisión del servicio HBO. Si quieres obtener mayor calidad, evita las horas punta.

Si esto lo llevamos al extremo de una escena oscura donde la nitidez de esos detalles es fundamental, el resultado es la tormenta perfecta en la que se combina una mala calibración de la pantalla, una excesiva luz ambiental y una compresión de datos deficiente que hace que un contenido en penumbra se convierta en una noche oscura…que alberga horrores.

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Etiquetas: Juego de Tronos