Hasta ahora se han creado innumerables inventos relativos a robots que no solo están haciendo que nuestros trabajos sean mucho más seguros, sino igualmente nos ayudan en el hogar para que cada vez dediquemos más tiempo al ocio.

Y hasta ahora la mayoría de los robots pecan de no contar con tacto, lo que les hace prácticamente imposible que puedan sostener una serie de elementos muy sensibles o que evidentemente "sientan" cuando llevan un elemento que, por ejemplo, esté pegajoso, resbaladizo o más caliente de lo normal.

Por suerte ahora investigadores del Instituto Tecnológico de California han desarrolladouna piel artificial que otorga a los robots un sentido del tacto similar al de los seres humanos, permitiendo que esta piel les habilite detectar por ejemplo la temperatura, la presión e incluso productos químicos tóxicos, y todo con un simple toque.

Para ello se ampara en la plataforma de detección robótica multimodal llamada M-Bot que integra esta piel artificial a un brazo robótico mientras que los sensores se adhieren a la piel humana.

Luego el sistema de aprendizaje automático interactúa con ambos permitiendo que el usuario controle al robot con su propio movimiento mientras recibe retroalimentación. Esto permitiría a los humanos contar con un mayor control de los robots y al mismo tiempo protegerse de hipotéticos accidentes.

Exactamente esta piel es un hidrogel gelatinoso y hace que las yemas de los dedos del robot se parezcan a la de los seres humanos. Cabe aclarar que incrustado dentro de este hidrogel están los sensores que dan a esta piel artificial su capacidad para detectar el mundo que le rodea.

“Cuando queremos detectar un compuesto dado, nos aseguramos de que el sensor tenga una respuesta electroquímica alta a ese compuesto”, dice Wei Gao, profesor asistente de ingeniería médica de Caltech.

Hasta ahora los investigadores han acoplado esta piel a un sistema interactivo que permite a los humanos controlar al robot a través de sus propios movimientos musculares mientras reciben retroalimentación.

Por otra parte los electrodos fijados en el antebrazo están colocados para detectar las señales eléctricas generadas por los músculos del operador cuando mueve la mano y la muñeca.

Entre las aplicaciones más posibles para esta nueva tecnología figuran la agricultura o la seguridad de la protección del medio ambiente. Por ejemplo este tipo de robot con mayor tacto podría detectar en un aeropuerto rastros de explosivos o incluso saber si un río o una zona está contaminada en tan solo unos minutos.