Pueden existir decenas de distracciones cuando estamos conduciendo nuestro coche, no solo distracciones ambientales, sino también tecnológicas en la forma del teléfono móvil, donde te puedes llevar una buena multa, o incluso con otros dispositivos electrónicos que, aparentemente, parecen inofensivos, como son los relojes inteligentes.

Y es que las pulseras de actividad y relojes inteligentes, son dispositivos electrónicos que causan distracción al conductor, y que por lo tanto contribuyen a los accidentes de tráfico. No obstante, no han sido pocos los estudios donde han afirmado que aquellos conductores que utilizaban estos dispositivos disminuían tanto su capacidad de conducción como también su reacción ante un problema.

Ahora el equipo de investigación HEC Montréal Tech3Lab, especializados en las interacciones entre personas y las tecnologías, han analizado qué características particulares de estos dispositivos inteligentes pueden contribuir a los accidentes de tráfico.

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Para ello compararon los relojes inteligentes con los teléfonos móviles, y analizaron los efectos del envío de mensajes de texto o de voz en las reacciones y en la concentración de los conductores.

Para ello realizaron un experimento en un simulador de conducción midiendo la respuesta del conductor a diferentes tipos de alertas de un reloj y un teléfono móvil. En estas distracciones de alertas, se incluyó también la asistencia por voz para los conductores.

En su estudio utilizaron a 31 conductores en una de cuatro posibles situaciones entre las que figuraban aquellas en las que recibían alertas en un teléfono móvil, en un reloj inteligente y por altavoz. Los conductores tuvieron que responder a estas alertas. En otra de las situaciones, los conductores recibieron un mensaje de texto por el teléfono y también por el reloj, y debían responderlos.

Tras concluir el experimento, llegaron a la conclusión de que los relojes inteligentes distraen más a los conductores que los teléfonos móviles, mientras que los asistentes de voz son los que distraen menos. Y es que según parece, Las miradas de los conductores estaban menos enfocadas mientras conducían cuando recibieron alertas escritas en sus relojes inteligentes que en sus teléfonos móviles.

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Sostienen, que los relojes inteligentes cuentan con un efecto negativo en la capacidad de una persona para conducir de forma segura, mientras que el método más seguro es recibir alertas mediante la voz.