Puede que la pandemia de coronavirus haya terminado en España (crucemos los dedos para que no haya rebrotes), pero el Covid-19 va a seguir con nosotros bastante tiempo. Sabemos también cuales son las vías de contagio, y casi todas están localizadas en el rostro: boca, naríz, ojos y oídos. La NASA ha desarrollado un collar DIY llamado Pulse, que vibra cuando acercamos las manos a la cara.

Los expertos aseguran que la mayoría de los contagios de Covid-19 se han producido en casa o en el trabajo, cuando tocamos con las manos un objeto o los fluidos de una persona contagiada, y nos las ponemos en la cara. Incluso llevando mascarilla a veces nos rascamos un ojo o una oreja, sin darnos cuenta.

Esto es un problema grave para muchas personas, especialmente las más nerviosas, que están constantemente tocándose la cara: se rascan los ojos, se tocan las mejillas, la naríz o la boca. Es un acto reflejo que se hace sin pensar, y por eso es tan díficil de evitar. La NASA quiere ayudar a eliminarlo con el collar Pulse, que puedes ver en este vídeo:

Pulse es un collar de proximidad que dispone de un sensor de rayos infrarrojos que cubre toda la cara, como podemos ver en el vídeo. Cuando acercamos una mano a la cara el sensor lo detecta y emite un zumbido, que aumenta a medida que acercamos más la mano.

No puede impedirte que te toques el rostro, pero este tipo de zumbido de aviso es muy efectivo para alterar nuestra memoria muscular. Sin que nosotros nos demos cuenta, el cerebro irá aprendiendo que cada vez que nos llevamos la mano a la cara, notamos un zumbido. Automáticamente, en unos días dejaremos de hacerlo. Es un acto reflejo que se corrige con otro acto reflejo.

Este collar Pulse de la NASA está formado por un sensor de proximidad por rayos infrarrojos, un motor de vibración del tamaño de una moneda, un botón de encendido, y una pila. La carcasa se puede imprimir con una impresora 3D:

Impresora 3D Comgrow Creality 3D Ender 3

La impresora 3D Comgrow Creality 3D Ender 3 es una de las más asequibles y mejor valoradas de Amazon. Es una impresora 3D DIY con una superficie de impresión de 220 x 220 x 250 mm. Solo necesita 5 minutos de calentamiento, y es capaz de reanudar la impresión cuando se detiene.

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Lo mejor de todo es que la NASA ofrece todas las instrucciones para que lo podamos fabricar nosotros mismos. Las tienes en esta web de su Jet Propulsion Laboratory. Las componentes mencionadas son muy fáciles de conseguir en cualquier tienda de electrónica, y la carcasa puedes imprimirla con tu propia impresora 3D, o encargarla en cualquier tienda que imprime lo que le pidas, enviándole el fichero de impresión en 3D.

Es una solución interesante si eres una persona que te llevas las manos a la cara constantemente, o conoces a alguien que lo haga. En unos días de uso, conseguirás quitarte el hábito.