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Los robots repartidores ya están aquí, y estos son los riesgos que implican

Andrea Núñez-Torrón Stock

Dron repartidor

Dentro de no tanto tiempo, el ser que toque a tu puerta para entregar un paquete podría no ser un repartidor habitual, sino un autómata específicamente diseñado para distribuir paquetería. 

En siete de los cincuenta estados de Estados Unidos ya es legal que los robots repartidores circulen, mientras que Amazon -también pionera en la entrega con drones– hace algunos días, Amazon comenzó una prueba piloto con autómatas dotados de ruedas para repartir paquetes en la ciudad de Seattle.

Las tendencias, igual que las que afectan al Internet de las Cosas, los hogares inteligentes o los coches conectados, apuntan a que cada vez cobrarán más presencia en nuestras ciudades, en cuanto se solventen problemas regulatorios, la tecnología se perfeccione y las compañías inviertan. 

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Según la consultora McKinsey, este tipo de robots generará en los próximos años un mercado de ochenta mil millones de dólares. Pero, ¿qué hay de la ciberseguridad?

4 peligros de los robots repartidores a domicilio

  • Hackeo del robot: Desde Panda Security alertan de que si un ciberdelincuente accede al sistema operativo de uno de estos robos podría cambiar la dirección de entrega de un paquete, confundir al robot con los semáforos, o incluso indicarles que choquen contra algo o alguien,provocando accidentes. Un estudio reciente de la Universidad de Washington revela que la mayor parte de autómatas son muy fáciles de hackear, especialmente si están programados con un común software de código abierto llamado ROS.
  • Daños técnicos: Ni siquiera es preciso saber programar para hackear uno de estos robots para la entrega a domicilio. Si alguien logra ubicar los sensores e temperatura del robot, podría engañarlo haciendo crecer que fuera hace mucho calor o mucho frío, echando a perder productos frescos perecederos o fundiendo e inutilizando sus circuitos electrónicos.
  • Phishing offline: A esta serie de riesgos hay que añadir la posibilidad de convertirlos en auténticos caballos de Troya. Los ciberdelincuentes podrían valerse de los trucos más comunes de phishing para construir robots que emulen ser de grandes tiendas online o de empresas de reparto, produciendo toda índole de actos delictivos como robo de datos, fraudes, chantajes y estafas.
  • Robos, secuestros o terrorismo: Con la técnica anterior será posible que los hackers accedan a casas ajenas suplantando la identidad del repartidor a domicilio. Otros podrían crear falsas redes wifi desde estos robots para que circulasen por la ciudad y engañasen a los viandantes con el fin de robar su información sensible, incluso acceder al interior de una casa con el fin de acceder a dispositivos y datos privados o detonar un explosivo en un centro comercial.

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Etiquetas: seguridad