El movimiento Derecho a Reparar, que ha cobrado fuerza en los últimos tiempos en Estados Unidos, obtiene un nuevo triunfo. El Congreso de los Estados Unidos han reconocido que es legal romper el DRM (las medidas antipiratería) para arreglar un dispositivo electrónico estropeado.

Esta medida de excepción se aplicará a smartphones, ordenadores, coches, tractores, electrodomésticos domésticos, y otros aparatos.

En los últimos años la basura técnológica se ha multiplicado de forma exponencial, por culpa de los millones de smartphones y electrodomésticos que no se pueden reparar, y se tiran a la basura pese a que su vida útil podría ser mucho mayor. Los gobiernos y los propios fabricantes están comenzado a aplicar medidas para reducir este problema.

La Oficial del Copyright norteamericana reconoce que los particulares y los técnicos de reparación tienen derecho a hackear el firmware de dispositivos "adquiridos legalmente", siempre que el objetivo sea "el mantenimiento y la reparación" de dicho dispositivo. 

Hasta ahora este tipo de excepciones solo se aplicaban a los tractores y otros vehículos de granja, pero a partir de este momento se suman una gran cantidad de dispositivos tecnológicos, como smartphones, ordenadores, electrodomésticos, y otros aparatos cuyo firmware está protegido por DRM (medidas antipiratería).

Los responsables del movimiento Derecho a Reparar están contentos con la decisión, pero eso no significa que la reparación sea más fácil. Por ejemplo se ha descubierto que Apple ha instalado un switch en los MacBook Pro que bloquea el ordenador cuando detecta que ha sido reparado de forma no oficial. A partir de ahora es legal romper esta protección para repararlos, pero otra cosa muy distinta es que puedas hacerlo, ya que está diseñada para que no se pueda hackear.

Derecho a Reparar pide que los fabricantes faciliten la desactivación del DRM cuando se lleve a cabo una reparación.

Cómo reparar archivos del sistema en Windows

Algunos fabricantes están comenzado a ceder. Hace unos días Motorola puso a la venta unos kits de reparación que permiten a todo el mundo reparar las pantallas o cambiar la batería de sus móviles.

Pero aún queda mucho camino por recorrer para que los fabricantes faciliten la reparación de productos.

Puesto que esta ley se ha aprobado en Estados Unidos, no se aplica a los productos vendidos en España. Por suerte, este tipo de decisiones suelen tener un efecto cadena que se acaba aplicando en todos los países.