A principios de la década de 2000, muchos profesionales de la seguridad aconsejaron desactivar la función de vista previa de su cliente de correo electrónico, mediante un mensaje que rezaba que previsualizar un correo electrónico puede ser peligroso. Sin embargo, esto no sigue vigente en la actualidad ni es necesario aplicar esta medida preventiva. Con los proveedores de correo electrónico modernos puedes previsualizar todos los correos electrónicos que desee.

En el pasado, los artículos que aconsejaban desactivar el panel de vista previa eran habituales. Muchos sitios web afirmaron que usar la opción del panel de vista previa era una mala idea. A menudo no especificaron por qué, aunque se sobreentendía que un virus, spam o código malicioso puede llegar a tu computadora si abres un email infeccioso. 

Una vez que el correo electrónico comenzó a usar código HTML para formatear, algunos actores malintencionados aprovecharon este paso para ejecutar el código, generalmente JavaScript, cuando se leía un correo electrónico. 

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Durante un breve período, se consideró peligroso abrir correos y, por extensión, usar el panel de vista previa, a menos que existiese la absoluta certeza de que el mensaje era confiable.

El problema desapareció en pocos años ya que varios desarrolladores de correo electrónico de la época, como Microsoft, Pegasus, Eudora y Apple tomaron medidas, dejando de permitir que se ejecutara el código al abrirse un email.

Ningún cliente ahora permite que se ejecute el código cuando abre un correo electrónico, y no lo han permitido durante más de una década. Por lo tanto, a menos que esté utilizando un cliente de correo electrónico sin parches muy, muy antiguo -como Outlook Express Circa 2000 en un ordenador con Windows 98-, tu programa de correo nunca ejecutará código.

Además en la actualidad Microsoft, Apple, Gmail y Yahoo! cuentan con sofisticadas herramientas de detección de virus y malware que evitan que estos aterricen en tu bandeja de entrada. Esto no quiere decir que el correo no pueda ser un territorio minado, pero sí que las principales amenazas llegan por otras vías, como los enlaces infectados, la suplantación de identidad -phishing- para robar datos personales o los archivos adjuntos con malware.