Teachtoker o cómo los profesores de hoy día se pueden pasar de la raya como influencers exponiendo a sus alumnos

Parece que el mundo de los influencers está llamando la atención a más de uno. Y es que, pese a ser considerado un trabajo a tiempo completo y que realmente si sabes gestionarlo y moverte bien, consigues un buen sueldo, algunos pretenden compaginarlo con sus empleos actuales.

La verdad es que para comenzar no es una mala idea, sin embargo, depende bastante del tipo de oficio y cómo lo compaginas. Este es uno de los casos en los que probablemente no estés tomando el mejor camino.

Pablo Duchement, docente en Las Palmas, perito judicial informático y auditor acreditado de la Ley Orgánica de Protección de Datos, denuncia vía Twitter las dudosas prácticas de algunos docentes que publican en TikTok vídeos bailando con alumnos menores y publicando los exámenes de estos.

Considera que estos aprovechan la viralidad de algunas canciones o hashtags para explotar de alguna manera a sus alumnos menores de edad, exponiendo sus imágenes, sus voces o sus exámenes, considerados documentos confidenciales y ganar dinero por ello.

Los vídeos publicados por este docente en Twitter lógicamente están difuminados y muchos de ellos tienen las voces de los menores distorsionadas, sin embargo, en el original aparecen sin ningún tipo de censura.

Según informa El País, desde enero ha abordado 46 casos y algunos de estos Teachtokers, como los denominan en el medio y en Twitter, ya poseen miles de seguidores y visualizaciones por el morbo que genera ver como una profesora expone los exámenes de sus alumnos.

Incluso estos, como ya conocen la faceta de influencer de su profesora, dejan pequeños mensajes para que se publiquen en el vídeo.

Cuidado: otras redes sociales andan a la caza de tus hijos

En cuanto a la denuncia social interpuesta, muchos de ellos han optado por borrar estos vídeos y dejar de mostrar ese tipo de contenido tras contactar con ellos mediante mensajes privados. Aquellos que se negaron, fueron puestos en contacto con la inspección educativa y consiguieron llegar a un acuerdo.

Por otro lado, queda en el aire la posición de los padres. Muchos de ellos afirman estar conformes con la situación ya que es una red social con la que conviven diariamente debido a que sus propios hijos tienen abierta una cuenta personal.

Otros realmente ven la existencia de un gran problema pero temen la respuesta de los menores, sus compañeros de clase o incluso los comentarios en TikTok. Desde luego nos encontramos ante un tema que debe ser denunciado por la comunidad educativa y ponerlo sobre la mesa es el primer paso para darlo a conocer a la multitud.