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Windows 11 recupera por sorpresa una de las mayores pesadillas históricas de los usuarios de Windows

Windows 11 BSOD

La Pantalla azul de la muerte o BSOD (Blue Screen Of Death) está presente en el sistema operativo de Microsoft desde sus inicios con Windows 3.0. Ahora vuelve a recuperar su característico color azul por una buena razón.

Windows 11 está trayendo muchas, muchísimas novedades al entorno Windows. Algunas realmente útiles y otras cuanto menos curiosas. En este segundo grupo encontramos el cambio de color de la pantalla de error más temida para los usuarios de Windows.

El motivo del cambio inicial del característico color azul que indicaba que algo no iba bien en el sistema al negro era unificar la estética de las pantallas del sistema en Windows 11, de forma que las pantallas de error, de inicio de sesión y de apagado tuvieran un estilo coherente.

Al fin y al cabo, era un cambio sencillo y ni siquiera afectaba al nombre que se mantenía con las siglas BSOD por Black Screen Of Death.

La teoría convence, pero la práctica se empeña en dejar de lado la estética para dejar espacio a la utilidad.

Más allá del pánico que provoca su aparición entre los usuarios, la pantalla BSOD es en realidad una herramienta de diagnóstico que permite a los profesionales de TI detectar el origen de errores en el kernel de Windows (controladores, errores en bloques del sistema, etc.) y solucionarlos.

Esto, en un contexto de trabajo en remoto se ha convertido en todo un problema para los servicios técnicos en remoto, cuyos usuarios al teléfono solo acertaban a decirles que veían una pantalla en negro, algo que, por otro lado, acostumbra a asociarse con problemas con la salida de imagen o con los monitores.

El hecho de que los usuarios en remoto indiquen que han visto aparecer ante sus ojos una pantalla azul de forma fortuita ya pone en la pista a los técnicos que deben buscar el archivo de volcado de datos que genera esa pantalla como punto inicial inequívoco del diagnóstico de la avería.

Por ello, Microsoft ha lanzado una actualización para Windows en cuya descripción se destaca el cambio de color de la pantalla que indica un error de detención como en las anteriores versiones de Windows.

La nueva actualización irá desplegándose progresivamente en las próximas semanas atendiendo a los ritmos de despliegue de actualizaciones de cada ordenador.

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