Análisis de Xbox One X, la consola más potente con 4K y HDR

La nueva Xbox One X ya está entre nosotros, ya se puede comprar en todo el mundo por una nada despreciable cifra de 499 euros.

Bajo el título de "la consola más potente del mundo" la Xbox One X marca el siguiente paso evolutivo en el mercado de las consolas gracias a sus 6 teraflops de potencia, 4K nativo, 60 FPS, sonido Dolby Atmos y soporte para HDR y todo ello manteniendo un acceso completo a todos los juegos y accesorios de  Xbox One y Xbox One S.

Con una potencia fuera de toda duda y un diseño muy sobrio, con acabados mate y ligeramente más pequeña que la Xbox One S, la última consola de Microsoft está condenada al éxito. Así lo esperan los de Redmon, quienes han calificado esta nueva videoconsolas como "una máquina puente que nos abre las puertas al futuro, con la tecnología más avanzada del momento, aplicada sobre los juegos de Xbox One".  

Características técnicas, peso y tamaño

Xbox One X está impulsada por un potente procesador de ocho núcleos X86 a medida a 2.3GHz. Este chip ofrece hasta 6 teraflops de potencia, es decir, 6 billones de cálculos por segundo, lo que se traduce en que la nueva Xbox One X sea un 31% más rápida que la Xbox One y un 43 veloz que la CPU de Sony con sus 4.2 teraflops). El corazón de la nueva "bestia de Microsoft" se completa con una GPU AMD Radeon de 6 Teraflops y 40 unidades de computación a medida a 1172 Mhz, lo que permitirá a la consola rendir a gran velocidad. Además, tendrá un ancho de banda de memoria de 326GB/s y un disco duro de 1TB de 2.5 pulgadas. La Xbox One X no sólo es más potente que la PS4 Pro, sino que, además, cuenta con un reproductor de Blu-ray 4K UHD.

Además, la máquina cuenta con 12 GB de memoria GDDR5 está unificada a 6.8GHz en una interfaz de memoria de 12 canales de 32 bits (384 bits en general). Esto no afectará directamente a la potencia de la consola pero sí supondrá el fin de la segregación de memoria RAM y ESRAM de la Xbox One y dará mayor facilidad a los desarrolladores a la hora de crear sus juegos para esta consola gracias a su estructura más similar a la de PC y PS4.

De estos 12GB de memoria, 8 estarán disponibles para los desarrolladores y 4 se reservarán al sistema. De aquí se concluye que Xbox One X tendrá 1GB extra de memoria reservada en relación a Xbox One, un extra necesario para poder mover los juegos a resolución 4K nativa. En este apartado, los juegos contarán con un 60% más de memoria y el disco duro de 1TB tendrá un 50% más de ancho de banda para garantizar tiempos de carga consistentes.

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Xbox One X es capaz de reproducir películas en Blu Ray UHD (con resolución 4K y HDR). Además, desde la fecha de lanzamiento, podemos descargar aplicaciones para ver vídeo digital por streaming, como Amazon Prime, Netflix o Hulu.

Estas aplicaciones también alcanza la máxima resolución, pero requieren una suscripción aparte. En cuanto al sonido, la máquina es compatible con los estándares más exigentes del mercado, tal como Dolby Atmos (la aplicación es gratis para Home Cinema, y de pago para headphone) y DTS X. Cuando se trata de contenido Blu Ray, la consola puede reproducir Dolby Digital 7.1

Por otro lado, Xbox One X puede centralizar distintas fuentes multimedia, gracias a su puerto de entrada HDMI. 

Aquí os dejamos una comparativa de las características de la Xbox One X en comparación con sus rivales directos. 

Diseño

Como decíamos anteriormete, la nueva Xbox One X es bastante compacta, 30 x 24 x 6 cm, ligeramente más pequeña que la Xbox One S, aunque sí es bastante más pesada, 3,8 kg.

A nivel de conexiones nos encontramos ciertas similitudes con la One S. De izquierda a derecha encontramos el cable de alimentación, salida y entrada HDMI, dos puertos USB 3.0 (más otro frontal), receptor IR, un puerto de Audio digital SPDIF y un puerto Ethernet. 

La bandeja de discos, no sólo reproduce los juegos de Xbox, sino que también Blu-rays 4K con lo que podrás disfrutar de ese tipo de contenidos como si de un cine en casa se tratase.

A nivel de diseño muestra unos acabados mate, líneas rectas y en definitiva, una aspecto bastante elegante para un cuerpo extremadamente silencioso. Para que te hagas una idea de esta afirmación el sonido de la Xbox One X es de 25 ~ 26 decibelios, más o menos el ruído de un susurro, mientras que la PS4 Pro, muestra unos 40 decibelios, más o menos el mismo nivel que una conversación entre dos adultos.

Otro de los aspectos que más preocupa a todo buen jugón es el calentemiento, en este sentido podemos decir que la Xbox One refrigera muy bien. Después de una hora jugando, la temperatura aumentó de 25 a 43 grados, estos datos hay que verlos en prespectiva, ya que muestras una temperatura de 3 grados menor que la PS4 Pro lo que redunda en un menor consumo de energía.

Microsoft ha mejorado el sistema de disipación de calor utilizando la refrigeración por vapor mediante una turbina. El disipador que la consola emplea para evitar el calentamiento cuenta con unas finas láminas de aluminio, que son las que llevan dentro el vapor/líquido.

El funcionamiento es simple, cuando la consola está a pleno rendimiento, el líquido del interior de la cámara se calienta y se convierte en vapor, que asciende hasta la parte superior de la cámara, donde se vuelve a enfriar y condensar. Es entonces cuando en su estado líquido vuelve a la zona inferior y se repite el proceso. Una forma bastante ingeniosa (y silenciosa) de recoger el calor producido para expulsarlo luego. Para apoyar todo el proceso, y es aquí donde Xbox One X es más especial, la turbina del disipador recoge aire frío (exterior) a través de uno de sus laterales, destinado a ayudar en el proceso de condensación del vapor. A su vez, este aire frío se “tira” contra las cámaras para enfriar y el aire caliente se expulsa por el otro lado.

El mando de control es el mismo que en Xbox One S, pero en color negro mate en lugar de blanco. Las diferencias con el gamepad de la primera Xbox One radican en que la parte inferior es rugosa: igual de ergonómico que el original, pero antideslizante. Es uno de los mejores mandos inalámbricos que se han diseñado nunca, así que no hacía falta cambiar nada. El único aspecto negativo es que funciona con dos pilas AA (incluidas en el pack inicial de la máquina), aunque permite que compremos un kit carga y juega. Destacar también que en un futuro no muy lejano,  Xbox One X admitirá controles de teclado y ratón.

El pack de la consola

El pack básico de Xbox One X incluye la máquina, un cable HDMI de alta velocidad, compatible con los contenidos 4K y HDR, el cable de alimentación -la fuente está dentro de la propia consola- y un mando de control. Además incluye códigos que nos permiten un acceso de prueba a Xbox Live Gold y Xbox Game Pass. 

Los cables de Xbox One X son los mismos que los del modelo S, así que si vais a cambiar una máquina por otra, no hace falta que los cambiéis. En este caso, además, podéis optar por instalar los juegos en un disco duro externo, y así el paso de una máquina a otra será más sencillo. Más adelante os explicamos cómo hacer la transferencia de perfil entre las dos Xbox.

Todos los juegos y accesorios de Xbox One son compatibles con Xbox One X, pero si queremos conectar Kinect necesitaremos un accesorio que se vende aparte. 

Juegos de Xbox One X mejorados

Hasta ahora, la Xbox One X se presenta como la mejor opción del mercado, pero el espacio en el disco duro de 1 TB se queda escaso, escasísimo, por lo que se antoja imprescindible contar con un disco duro externo.

Muchos de los juegos de Xbox One tienen un tamaño de alrededor de 50 GB o incluso mayor, como por ejemplo todos aquellos  que han sido ptimizados dentro del programa Xbox One X Enhanced, los cuales pueden doblar esta cifra.

Y a pesar de todos los intentos de Microsoft por reducir los tiempos de descargar, si no tienes una conexión a Internet rápida, es muy probable que pases algunas horas esperando para descargar ciertos juegos.

Cuando introducimos un juego por primera vez, en nuestro caso Gears of War 4, tenemos que hacer una doble instalación. Desde el disco se instalan 43,09 GB con la información del juego, y además se instala un parche de 60,03 GB con las mejoras que sólo están disponibles en la nueva consola. No sólo se trata de la resolución nativa 4K y salida HDR, sino que este caso incluye modo 60 FPS en la campaña, mejoras en las sombras, los efectos ambientales y las texturas.  No todo los juegos están mejorados para la consola, pero podemos verlo en la carátula.

Aquí os dejamos la lista con los juegos que tienen un parche para Xbox One X (o que está en proceso). De lanzamiento, ya hay más de 150 títulos que se van a beneficiar de la potencia de la consola. En la página oficial podéis ver información actualizada acerca de la disponibilidad de los parches, y las mejoras pormenorizadas que incluyen.

A día de hoy nosotros hemos podido probar un buen puñado de títulos. Los más impresionantes, sin duda han sido Forza Motorsport 7, Assassin´s Creed Origins,Sombras de Guerra o Gears of War 4. Cuando hemos recibido la máquina aún no se encontraban disponibles las mejoras para (por ejemplo) Wolfenstein II The New Colossus, pero a medida que lleguen, os iremos hablando de su rendimiento. 

Juegos retrocompatibles de Xbox 360

Hay más de 400 juegos retrocompatibles que ya funcionan en Xbox One, y que pueden mostrar mejoras (hasta una resolución nativa 4K) gracias a Xbox One X. Para disfrutar de cualquiera de estos títulos, basta con insertar el disco en nuestra nueva consola y esperar a que se descargue una imagen desde Live. Ésta es la lista de juegos iniciales, tal y como publica Microsoft.

Juegos retrocompatibles con Xbox

La retrocompatibilidad con Xbox aún no está muy extendida. Apenas hay 10 juegos disponibles, aunque nuevos títulos se irán sumando de manera progresiva. Podemos descargar estos juegos desde la red o cargarlos a partir de un disco (la imagen se descarga de manera automática). Esta es la lista de los juegos retrocompatibles a día de hoy

Nuestra valoración

Xbox One X es un monstruo. El título de la consola más potente no se le queda corto. Los impresionantes gráfico en 4K muestran una gran nitidez, los colores en HDR y la frecuencia uniforme a 60 fps son prueba de ello. Como producto puntero, no está pensada para todo el mundo. Sin embargo, los jugadores más exigentes (aquellos que ya tienen una TV 4K en casa... o incluso un sistema de sonido compatible con Dolby Atmos) van a quedarse encantados con el hardware y software de la consola así como de todas las posibilidades que ofrece.

Se trata de una consola potente, compacta, muy silenciosa, y con un interfaz sencillo e intuitivo. Y lo mejor de todo es que pone en el salón juegos con una calidad que sólo eran posibles en un PC de alta gama, mucho más caro. 

La competencia de PS4 PRO le da un empujón, porque animará a las compañías a sacar más parches en UHD que todavía no están disponibles. Así que parece una máquina pensada para el futuro más inmediato. Y por último, el trabajo de Microsoft con la retrocompatibilidad le da un valor añadido: nos encanta que mejore los juegos de Xbox 360 (incluso puede mostrarlos a resolución nativa 4K, como una versión remasterizada).

En la parte negativa podemos criticar el escaso espacio de almacenamiento externo, ya que 1 TB no es suficiente. Los tiempos de descarga de los juegos y el, de momento, insuficiente catálogo de juegos exclusivos en 4K es también otro factor a mejorar. Finalmente, el tema del precio, es un aspecto más relativo.