Primer mes del Matureto: -5,5 kg y bajando

En términos de nutrición después de los traspiés que tuve en la búsqueda de endocrino o nutricionista he acabado dando con una endocrino que me ha dado una dieta muy fácil de llevar, con cantidades y variedad alimenticia para no aburrirte ni pasar hambre. 

Sin embargo, hasta este punto os tengo que confesar una cosa… durante el resfriado dejé de ir al gimnasio y me tomé alguna licencia alimenticia o lo que viene a ser lo mismo pequé y comí cosas que no debía. Sí, lo sé. No es que me haya pasado días comiendo pizza, pasta y dulces pero sí que he comido algo fuera de la dieta, manteniendo el resto de alimentación saludable.

Pero tras el bache, he empezado de nuevo a darle al gym a diario esta semana y si bien, el calor no acompaña, tengo como aliciente que podré añadir ejercicios nuevos como nadar en piscina o playa y es algo que me anima.

¿Ha cambiado algo mi vida? La verdad es que he recibido muchas muestras de apoyo por vuestra parte y de amigos y familia y ciertamente en ese punto me siento más que completo y es lo que me anima a seguir con ello. He cambiado hábitos alimenticios, ahora hago almuerzo y merienda, algo que habitualmente no hacía y, evidentemente, tengo restricciones ante alimentos poco saludables.

La bajada de 5,5 kg mentalmente me parece poco, pero, como digo, esto es una carrera de fondo. No hay nada mejor que pensar que hace un mes desde que me levantaba hasta que me acostaba iba cargando constantemente con una garrafa de 5 litros de agua y tres Huawei P30 Pro.

Lo más notable no son los kilos en sí sino el volumen perdido, ya voy por un agujero menos de cinturón y la ropa tanto pantalones como camisetas, polos y camisas se nota. Así que pese a que puedas tener momentos de flojera, ese resultado anima. Es algo que, además se debe dejar ver porque la gente con la que te encuentras lo nota.

Si sigo a este ritmo seguramente consiga el reto durante este verano y la verdad, quiero compartir con vosotros unos trucos que me ayudan a paliar la ansiedad o esa gusa. Realmente no pasas hambre con la dieta, lo que pasas son ganas de comer cosas que no están en la dieta.

Para lidiar con la ansiedad por comida si quieres algo que cruja o salado, no hay nada mejor que los encurtidos, pepinillos en vinagre o banderillas (eso sí, aceitunas no) y si quieres algo dulce, una onza de chocolate negro sin azúcar a mi me sirve para calmar ese impulso. Ambas soluciones han recibido el OK del endocrino.

Así que bueno, en dos semanas nos vemos y os cuento qué tal llevo el calor para el deporte y la dieta y cómo lidio con esos momentos de cerveza con amigos, comidas o cenas, barbacoas, helados, mojitos; es decir, cómo mantener la vida social sin perder noción de la dieta.