Los nuevos procesadores Intel Xeon W-3400 y W-2400 para estaciones de trabajo soportan PCIe 5.0 y DDR-5, y son overclockeables

Intel quiere recuperar el trono de los ordenadores para profesionales, adoptando los nuevos estándares y volviendo al overclocking.
Todos conocemos la batalla que libran los procesadores de Intel y AMD en el mercador doméstico. Pero esta rivalidad también se extiende al mercado de los ordenadores profesionales. Ayer Intel presentó los nuevos procesadores Intel Xeon W-3400 y W-2400, con soporte PCIe 5.0, memoria DDR5, y además son overclockeables.
De forma similar a lo que ha ocurrido en el mercado gaming, en los últimos años AMD ha superado a Intel también en el sector de las estaciones de trabajo, con sus Threadripper Pro 5000.
La respuesta de la compañía Santa Clara son los nuevos Intel Xeon W-3400 y W-2400 que aumentan considerablemente la memoria caché, aceptan memoria DDR5 y conexión PCIe 5.0, y por primera vez desde 2019, permiten el overclocking, aunque solo algunos modelos. Ambas gamas disponen de diferentes familias w9, w7, w5 y w3, que equivalen a los clásicos i9, i7, i5 e i7 de los ordenadores domésticos.
Estos procesadores se montan en PCs de escritorio, pero están pensados para creadores de contenido, ingeniería, análisis de datos, inteligencia artificial, ciencia, etc. Se enfocan a tareas que exigen una gran capacidad de cálculo.
De nombre en clave Sapphire Rapids, estas CPUs Intel Xeon adoptan la arquitectura híbrida de núcleos que se estrenó en los Ander Lake, pero todos los núcleos que llevan son la variante más potente, núcleos de rendimiento. No usa los núcleos de eficiencia, menos potentes.
Intel Xeon W-3400, la gama más exigente
El procesador profesional más potente jamás creado por Intel es el Intel Xeon w9-3495X, con hasta 56 núcleos y nada menos que 112 hilos. La velocidad base es de 1,9 GHz, con un Turbo de hasta 4,8 GHz. Admite overclocking. Como hemos comentado, ha aumentado notablemente la memoria caché L3, hasta los 112 MB.
Se pueden usar hasta 4 TB de memoria DDR-5 a 4.800 Mhz, y el consumo alcanza los 350 W. Una auténtica bestia que se refleja también en el precio: 5.889 dólares. Está claro por qué es solo para profesionales.
En la parte más baja de la gama tenemos el Intel Xeon w5-3425, con 12 núcleos y 24 hilos, 30 MB de memoria caché L3, velocidades entre 3,2 y 4,6 GHz, y un consumo de 270 W. Cuesta 1.189 dólares.

Los Intel Xeon W-3400 permiten conectar entre sí hasta 7 tarjetas gráficas en paralelo, y 28 unidades de almacenamiento. Con 8 canales de memoria DDR5, y la tercera generación de IA de Intel.
El nuevo chipset Intel W790 puede dar soporte hasta 8 puertos SATA, 16 líneas PCie 4.0, 5 USB 3.2, conexión Ethernet a 2,5 Gps, y WiFi 6E.
Intel Xeon W-2400, para los que buscan la eficiencia
Esta gama es bastante más asequible, y seguro que algunos de estos Intel Xeon acaban instalados en ordenadores domésticos o personales.
El más potente es el Intel Xeon w7-2495X con 24 núcleos y 48 hilos. La velocidad base es de 2,5 GHz, con un Turbo de hasta 4,8 GHz. La letra X indica que se puede hacer overclocking, para aumentar el rendimiento un poco más. La memoria caché L3 alcanza los 40 MB.
Es posible instalar hasta 2 TB de memoria DDR-5 a 4.800 Mhz, y el consumo se queda en 250 W. Su precio es de 2.189 dólares.
El modelo más barato es el Intel Xeon w3-2423, con 6 núcleos y 12 hilos, 15 MB de memoria caché L3, velocidades entre 2,1 y 4,2 GHz, y un consumo de 120 W. Cuesta 359 dólares.

Los Intel Xeon W-2400 permiten conectar entre sí hasta 4 tarjetas gráficas en paralelo, y 8 unidades de almacenamiento. Con 4 canales de memoria DDR5, y la tercera generación de IA de Intel.
El chipset Intel W790 es el mismo que la anterior gama, con las mismas características: soporte hasta 8 puertos SATA, 16 líneas PCie 4.0, 5 USB 3.2, conexión Ethernet a 2.5 Gps, y WiFi 6E.
Según Intel, el modelo más potente ofrece un 28% más de rendimiento con un solo hilo, y hasta un 120% en multihilo, con respecto a la generación anterior.
El uso de PCIe 5.0, con más ancho de banda que PCIe 4.0, y la memoria DDR5, el doble de rápida que DDR4, hace que estos procesadores estén más preparados que los Threadripper Pro para entornos con altas cargas de trabajo. Pero montar un PC con estos estándares, es también mucho más caro.
Los nuevos procesadores para estaciones de trabajo Intel Xeon W-3400 y W-2400 parecen una respuesta adecuada para volver a tomar la delantera en el sector profesional, aunque hace falta ver cómo rinden en entornos de trabajo reales.
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