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Usar el portátil sobre las piernas: un hábito que pone en peligro tu dispositivo

Persona utilizando un portátil con unidad SSD conectada y diferentes tarjetas SD

Evita utilizar el portátil sobre las piernas, estás poniendo en peligro tanto la vida útil de tu dispositivo como la integridad física de tu regazo.

Usar el portátil sobre las piernas es un hábito extendido. Pese a que esto pueda parecer inofensivo, no lo es. De hecho, se trata de una práctica que pone en riesgo la vida útil del dispositivo. Al tener tal efecto en el equipo resulta curioso que se siga realizando sin ningún tipo de pensamiento detrás que pueda cuestionarse si esa situación puede suponer un problema al ordenador.

Los portátiles recogen el aire por las rejillas de la zona inferior. El diseño de estos equipos, salvo en algunas excepciones, establece que las rejillas de succión de aire fresco se encuentran en la base del dispositivo, mientras que las rejillas que expulsan este aire caliente están en los laterales. Este esquema del sistema respiratorio permite entender el problema de utilizar el equipo en el regazo.

Mayor calor y menos aire fresco. Al usar el portátil sobre las piernas, lo que ocurre es que las rejillas quedan obstruidas parcial o totalmente por el tejido de los pantalones o por la propia piel que se adapta  al equipo que se encuentra justo encima. Esta obstrucción causa que los componentes como el procesador o la tarjeta gráfica no se refrigeren de forma correcta.

Aumento de temperatura y descenso del rendimiento. Los equipos tecnológicos no se llevan bien con el calor, siendo algo extremadamente conocido. Al evitar que los componentes interiores se refrigeren de forma correcta, la temperatura se puede elevar hasta umbrales que no son adecuados para su funcionamiento.

Evita usar el portátil sobre las piernas si quieres que te dure años

Ordenadores quemados por una práctica evitable. El procesador, la tarjeta gráfica, la placa base, la memoria RAM y los discos de almacenamiento necesitan constante refrigeración que llega mediante el flujo de aire fresco. Los tejidos de las prendas de ropa que se posan sobre las piernas no son los mejores compañeros a la hora de permitir el paso del aire.

Posibles quemaduras. No solo está en peligro el ordenador, también lo está el regazo sobre el que se asienta. El equipo, al no tener un flujo de aire que le permita estar refrigerado, aumenta su temperatura interior y, por lo tanto, esto también influye en la sensación térmica exterior. En determinadas situaciones el chasis puede alcanzar temperaturas nada recomendables para la piel.

El portátil siempre sobre una superficie lisa. La mejor recomendación a la hora de utilizar el equipo, evitar el calor excesivo y mantener una temperatura adecuada es situarlo sobre una superficie lista de un material preferiblemente conductor del calor. Así que usar el portátil sobre las piernas es siempre algo a evitar.

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Etiquetas: Ordenadores