Age of Empires IV, análisis técnico y opinión

A Microsoft le ha costado, pero la saga Age of Empires por fin está de vuelta. Este 28 de octubre llega la esperadísima cuarta entrega numerada, un juego que pretende retomar el camino del legendario Age of Empires II con una vuelta al pasado en lo referente tanto a la época histórica como al apartado visual.

Lo hace en un lanzamiento exclusivo para PC, feudo tradicional de la saga pese a las escaramuzas en consolas como PS2, N-Gage o Nintendo DS con un apartado visual renovado, nuevas campañas y, sobre todo, nuevas mecánicas obra del nuevo estudio al cargo, Relic Entertainment.

A continuación os contamos qué tal le han sentado estos 16 años de cocción a la fórmula de la saga en nuestro análisis de Age of Empires IV. Eso sí, os recordamos que, como venimos haciendo desde hace unos meses en juegos como Flight Simulator o Kena, nos vamos a centrar en el apartado técnico, ya que el análisis más tradicional lo realizan nuestros compañeros de HobbyConsolas.

• Análisis visual: 16 años que dan para mucho
• Rendimiento: tengas casi el PC que tengas, vas a poder jugar
• Accesibilidad: opciones para que todos puedan jugar
• Conclusión: no es el juego más espectacular, pero sí tremendamente sólido

16 años que dan para mucho

Age of Empires II se lanzó en 1999 y tuvimos que esperar a octubre de 2005 para tener la primera entrega en 3D, un Age of Empires III que fue un gran lanzamiento, pero que quizá decepcionó a muchos que lo que querían era más de lo mismo, pero con mejores gráficos.

La tercera entrega es un juegazo y en su Edición Definitiva ofrece muchísimo contenido de calidad, pero está claro que la saga entró en una especie de limbo desde el lanzamiento de la tercera entrega. Sí, Microsoft nos ha brindado ediciones HD y definitivas -análisis de AoE 2 DE-, pero lo curioso es que llegaba más contenido oficial y extraoficial no al III, sino a Age of Empires II.

La segunda parte sigue siendo muy querida por los jugadores tanto offline como online y Age of Empires IV es una respuesta a eso, volviendo a la más pura Edad Media para que nos sintamos como en casa, pero con cambios sustanciales gracias a las mejoras técnicas actuales.

Para empezar, el juego ofrece una serie de opciones de configuración bastante interesantes. Vamos a poder configurar la calidad general y la resolución hasta 4K, pero también las animaciones, las sombras, las texturas, la geometría, el antialiasing y las físicas.

Si tenemos un monitor o TV compatible, podremos jugar en HDR y el título es un auténtico espectáculo gracias a su paleta colorida, pero lo más interesante de entre todas las opciones puede que sea la geometría, las físicas y las sombras.  

Las sombras hacen que la partida gane enteros a nivel visual. Son unas sombras en alta definición que responden muy bien a la fuente de luz principal y al terreno. Esto significa que si hay unidades en una colina y proyectan sombra, esta va a ser muy alargada.

Si tenemos un escuadrón de lanceros, la lanza genera una sombra perfectamente dibujada en el terreno. SI tenemos hierba, esta sombra también va a interactuar con ella y, además, si una unidad se acerca a una muralla o edificio, la sombra también responde de manera realista.

Parece que no, pero este sistema hace que la partida sea mucho más vistosa y contribuye en buena parte al espectáculo del juego.

Las físicas y la geometría también juegan un papel interesante en el juego y, por ejemplo, podemos manejar ejércitos enormes, de más de 100 unidades a la vez, en las que no haya clipping ni se atraviesen unas a otras. 

En ocasiones es gracioso ver cómo se mueven, pero si acercamos la cámara podemos observar que se van ‘chocando’, no atravesando, hasta que se colocan correctamente. 

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Esto también se aplica en las batallas, donde las unidades se pegan mucho más unas a otras y no tienen una hitbox tan grande como en entregas pasadas.

Las flechas se clavan en los edificios y escudos enemigos con una bonita animación y, hablando de las animaciones, creo que son bastante detalladas para el tipo de juego del que estamos hablando. Quizá el recorrido de las flechas en algunas ocasiones queda muy raro, pero las unidades cuerpo a cuerpo responden perfectamente.

Es más, hay animaciones extra como algunos soldados moribundos en el campo de batalla antes de desaparecer. No aporta nada a nivel jugable, pero es un detalle que suma al apartado visual.

Las texturas también son correctas, la escala se ha mejorado para que las unidades no sean tan exageradamente grandes comparadas con los edificios y, sobre todo, armas de asedio, como en otras entregas y también hay animaciones nuevas para los edificios.

Ahora da la sensación de que los edificios se construyen más poco a poco, con los aldeanos formando andamios, y también tenemos nuevos sistemas lógicos como caminos que aparecen entre edificios o murallas de piedra a las que por fin podemos subir unidades para que ataquen desde lo alto.

Esto, de hecho, da un toque estratégico, ya que una unidad en una muralla o una colina disparará más lejos. Pero bueno, siguiendo con ‘lo técnico’, tenemos un título que está bien adaptado a 2021, pero que quizá se siente demasiado familiar porque han tenido esa intención de que no rompa con Age of Empires II y, además, de que sea un juego muy accesible.

Tengas -casi- el PC que tengas, vas a poder jugar

No tenemos entre manos un título de estrategia tan vistoso como, por ejemplo, el veteranísimo StarCraft II y echo de menos poder hacer zoom-in para poder ver los modelos de las unidades desde más cerca, pero creo que la explicación viene de la mano del abanico de equipos en los que puede funcionar sin devaluar en extremo sus gráficos.

Por seguir con StarCraft II, en ‘ultra’ es un espectáculo y muy exigente, pero puede funcionar en equipos muy antiguos y portátiles si bajamos todo al mínimo. Sin embargo, el juego se ve, evidentemente, muchísimo peor.

Eso no pasa en Age of Empires IV, ya que el título en ultra, siempre que no juguemos a 4K, claro, no es extremadamente exigente y si bajamos todos los parámetros al mínimo, tampoco es que se vea tan mal. De hecho, se mantiene muy dignamente.

Nosotros lo hemos probado en cuatro equipos distintos. Por un lado en un sobremesa i7 7700K con GTX 1080 en ultra a 1.440p corriendo de maravilla. También hemos jugado en un portátil con RTX 3060 y el Intel Core i7-11370H, también de maravilla.

Sin embargo, hemos querido probar en un portátil más humilde como un GTX 1650 con el i7-10750H y lo cierto es que también muy bien, aunque en este caso a 1.080p como máximo, la resolución de la pantalla.

El rendimiento ha sido excelente en los tres equipos, pero quisimos ver qué tal en un Ultrabook con GPU integrada y, aunque tuvimos que bajar texturas, sombras, desactivar la sincronización vertical y bajar los detalles geométricos, lo cierto es que el título era perfectamente disfrutable sin que la calidad visual menguara demasiado.

Esto habla muy bien tanto del proceso de optimización como de las herramientas escogidas por Relic. Eso sí, aunque tengamos unidades muy rápidas SSD, en partidas largas nos vamos a comer un par de segundos de autoguardado, algo que, creo, se podría haber gestionado de otra forma en equipos con unidades de estado sólido.

Opciones de accesibilidad para que todos puedan jugar

Relic ha querido crear un juego para todos los equipos, por muy humildes que sean, pero también para que un amplio abanico de usuarios puedan disfrutar.

Por eso, han añadido algunas opciones de accesibilidad que siempre agradecemos en los videojuegos y que cada vez están más presentes en los videojuegos.

Age of Empires IV se beneficia de los filtros de color nativos de Windows 10 y Windows 11 y, de hecho, vamos a poder activarlos desde el propio sistema. 

Desde el juego tenemos opciones como el contraste fuerte, la escala del texto de la IU, subtítulos y narración tanto de los mensajes entrantes del chat como de la interfaz.

Esto último, unido a la opción de escala de la interfaz y el contraste fuerte será apreciado por jugadores con dificultades visuales.

No es el juego más espectacular, pero sí tremendamente sólido

Llegamos al final de este análisis de Age of Empires IV y, al final, tenemos un juego que no es espectacular en lo visual si lo comparamos con otros juegos de estrategia, incluso más antiguos, pero que sí se siente muy bien renovado.

Las sombras, la geometría, las físicas, los nuevos sistemas como que un edificio en llamas se vaya rompiendo poco a poco, las texturas o, por ejemplo, las partículas y las animaciones de destrucción de ciudades están realmente bien.

Algo que también llama la atención es la niebla en algunos escenarios (que nos permite esconder unidades), así como los efectos del humo de las armas de pólvora.

Son detalles que hacen que la escena sea mucho más rica y se nota un salto respecto a Age of Empires III Edición Definitiva.

Sin embargo, no es un juego que se base en el apartado visual y, de hecho, da la sensación en todo momento de que se han contenido para poder hacer que funcione a muy buen nivel en un abanico muy amplio de equipos. 

Creo que es una buena puesta al día y, sin ser el juego más puntero visualmente en su género, es un salto enorme respecto a Age of Empires II Edición Definitiva y los jugadores que pasen de esa veterana entrega al nuevo título quedarán encantados con lo que Relic propone a nivel visual y, claro, a nivel jugable.