Un año después seguimos sin stock de PS5, ¿merece la pena comprarla en 2021?
La nueva consola de Sony salió hace un año y durante sus 12 meses de vida conseguirla ha sido prácticamente imposible. Ahora, terminando el 2021, repasamos sus puntos fuertes para decidir si merece la pena hacerse con una.
Lo primero decir que mi primer contacto con PlayStation 5 fue al poco de salir, y no porque pudiera hacerme con una, sino porque desde Sony mandaron varias unidades para prensa y tuve la oportunidad de ponerme al día con ella.
De primeras me fascinó, por eso cuando tuve que empaquetarla y devolverla me dolió en el alma que no hubiera stock en las tiendas para hacerme con una. Por suerte, pasadas unas cuantas semanas y después de meterme en varios grupos de Telegram, pude comprarme una.
Ahora llevo con ella casi todo el año y me he pasado todos los juegos exclusivos de la consola, así que me toca decidir si merece la pena o no hacerse con esta consola que tanta expectación genera.
- Un catálogo muy digno
- ¿Tan potente como prometieron?
- Tecnología innovadora que tiene potencial
- Su dificultad a la hora de comprar puede arruinar la experiencia
- Conclusiones, ¿merece la pena la consola tras un año de uso?
Un catálogo muy digno
Para decidir si una consola merece la pena o no sólo deberíamos centrarnos en un único punto: ¿tiene juegos suficientes? Los teraflops, una medida que ha desatado guerras durante 15 años (momento en el que descubrimos esa palabra) no son más que un número que por sí mismo está vacío.
La clave para dilucidar si una consola es merecedora de nuestro dinero es ver su catálogo, comprobar que tiene juegos suficientes y, lo más importante, que sus juegos te interesan.
Y ahí PlayStation 5 cumple a la perfección. Desde su salida, la consola ha lanzado todos estos títulos exclusivos: Astro´s Playroom, Demon´s Souls Remake, Spider-Man Miles Morales, Destruction All Stars, Ratchet and Clank Una dimensión aparte y Returnal.
Bien es cierto que algunos son aventuras muy cortitas, pero incluso el Astro's Playroom, que apenas dura 4 horitas, merece la pena cada segundo que pasamos con el mando entre las manos.
Para llevar 12 meses en el mercado y para la crisis de semiconductores que hay (lo que hace que haya muchas menos PS5 de las que le gustaría a Sony), la biblioteca que tenemos ahora mismo es más que digna.
Y no sólo es digna, sino que además presenta juegos bastante diferentes entre sí, de gran calidad y prácticamente todos se ven de maravilla. Con especial mención el Spider-Man Miles Morales, el Demon's Souls Remake y el Ratchet and Clank. Todos con su modo 4K nativo.
Si alguien consigue hacerse con una PS5 tiene juegos para dos o tres meses sin problema, así que en esta cuestión la consola va cubierta.
¿Tan potente como prometieron?
Que la consola de Sony es potente lo tenemos todos claro, pero lo que no sabría deciros es si es lo suficientemente potente como para cumplir las promesas que nos hicieron.
Cuando Sony lanzó la PlayStation 4 Pro nos dijo que el objetivo era alcanzar el 4K en los juegos. Y lo que vimos es que todos los juegos usaban checkerboard para alcanzar esos 4K. Es decir, usaban un sistema de reescalado para que los juegos que fueran a 1200 px o 1600 px se vieran bien una tele UHD.
Por este motivo lo que esperábamos es que la PlayStation 5, tras cuatro años del lanzamiento de la PS4 Pro, pudiera cumplir con esta promesa. Y lo ha hecho sólo a medias.
La PS5 alcanza los 4K nativos en casi todos sus juegos, el problema es que nos volvemos a quedar los horrorosos 30 FPS que ya vimos en la generación pasada, y eso no se puede perdonar. Por mucho que los juegos llevan raytracing y que exista un modo rendimiento, la norma tendría que ser 4K/60FPS.
Pero rompo una lanza en favor de Sony, ya que apenas estamos en los primeros pasos de la consola y la máquina aún tiene mucho margen de mejora, como hemos visto en cada generación. Los juegos de PS5 de 2025 dejarán en mantillas a los de 2021.
Tecnología innovadora que tiene potencial
Lo verdaderamente excitante de una nueva generación no es la potencia, que también, sino las tecnologías que estas traigan. Y en el caso de la PlayStation 5 no podemos poner una queja.
Para empezar han desarrollado tecnología propias de audio para conseguir una fidelidad en los juegos que puede ser diferencial. Y pese a ser un campo que tiene ya poco que descubrir, la verdad es que es prometedora.
Luego tenemos el tema del SSD exclusivo de PlayStation 5, el cual no sólo es rápido sino que está diseñado para que tarde menos de lo habitual en cargar con procesos internos que ahorran lecturas a la consola, lo que hace que todo vaya aún más rápido.
Es impresionante el tiempo que tarda un juego en cargar, llegando a pasar del menú de la consola a recoger tuercas en apenas 3 segundos. De verdad que es una locura para los que venimos de la pasada generación con HDD y, encima, lentos.
El mando tiene hueco en este apartado, ya que si bien Xbox tiene la mejor ergonomía y calidad de construcción en esta cuestión, en PlayStation han hecho un gran esfuerzo por innovar con su DualSense. Gatillos hápticos, vibración de alta precisión, altavoz, panel táctil...
Con Astro's Playroom uno descubre el enorme potencial que encierra ese gran (literalmente hablando) mando.
Y, por último, hablamos del Raytracing, ya que esta tecnología de trazado de rayos que en Nvidia nos quisieron vender como propia también está en PS5, aunque es cierto que a la consola le cuesta horrores mover los juegos a más de 30 FPS cuando está activo.
Con todas estas cosas la PlayStation 5 se siente nueva, como si de verdad estuviéramos ante una nueva generación, algo que no pasó en la anterior iteración.
Su dificultad a la hora de comprar puede arruinar la experiencia
Cuando nos surge la necesidad de comprar una consola lo único que queremos es irnos a la tienda de turno y soltar el dinero. Porque en ese momento los 500 euros que cuesta la edición con lector (la que merece la pena, la verdad) no duelen. El problema es que no hay consolas.
Hacerse con una es tan difícil como las 12 pruebas de Hércules, y eso puede arruinarlo todo.
Navegar por las webs de segunda mano y verlas por precios absurdos, apuntarse a listas de Telegram y vivir siempre pendiente del móvil, acceder solo a unidades de PS5 que llevan 5 juegos y dos mandos y que cuestan 1.000 euros...
De verdad que adentrarse en el mundo de la compra/venta de PlayStation 5 es lo más cercano a irse a la selva de excursión. Y esto no es problema de Sony, sino de una crisis mundial, de ahí que no puedan hacer nada.
Conclusiones, ¿merece la pena la consola tras un año de uso?
Definitivamente sí. Pero al igual que merece la pena esperarse otro añito a ver si la cosa del stock ha mejorado.
Comprarse una PlayStation 5 para estas navidades merece y mucho la pena: por su catálogo de juegos, por su tecnología, porque haciéndote ya con ella te olvidas de pegarte en el futuro por una unidad que luego nunca se sabe...
Yo no me arrepiento de habérmela comprado, y mira que apenas me he pasado tres juegos en ella (los otros me los pasé con la unidad que me mandó Sony en su momento). Pero me alegra tenerla ya en casa.
La posibilidad de jugar al 99% del catálogo de juegos Triple A que salen actualmente, pese a no ser exclusivos, también hace que merezca mucho la pena tener ya. Los Call of Duty Vanguard, Battletfield 2042 o Assassin's Creed Valhalla, entre otros, se ven y funciona muy bien en la consola de Sony.
En cuanto a la posibilidad de esperarse otro año puedo aseguraros que no es mala idea tampoco. De esta forma tendréis ya juegos como el Horizon Forbidden West o el God of War Ragnarok y otros tanto que saldrán durante 2022.
Como resumen, por si os habéis quedado un poco indecisos con mis conclusiones: tanto comprarla ya como esperarse en una buena decisión, porque lo importante es que la compréis (antes o después).
Si en un año de vacas flacas han sacado este catálogo, imaginad en cinco años sin escasez mundial.
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Productos: Sony PlayStation 5