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Xbox Series X, opinión y análisis del primer año de la bestia de Microsoft

Computerhoy - XSX

Nos hemos pasado los últimos doce meses analizando dispositivos, pero también jugando a lo loco con las nuevas consolas. Parece mentira, de hecho, que ya haya pasado un año desde el lanzamiento de las nuevas máquinas y, ahora, lo que vamos a hacer es un análisis de Xbox Series X en este primer año de vida para ver qué tal ha ido evolucionando la consola.

El 10 de noviembre de 2020, jugadores de todo el mundo con reserva (y algunos pocos con suerte sin ella) recibieron en sus casas la flamante Xbox Series X, la consola más potente jamás creada y una auténtica bestia que prometía ray-tracing, juegos a 4K y una calidad visual apabullante.

Nosotros la analizamos un poco antes del lanzamiento y, como os contamos en nuestro texto, la máquina nos sorprendió en varios aspectos y, desde luego, la potencia acompañaba en esa experiencia de 'next-gen', pero sin juegos que, realmente, aprovecharan el hardware.

Las cosas han ido cambiando y, por eso, a continuación vamos a hacer un repaso al primer año de Xbox Series X en una especie de análisis en el que voy a contar mi opinión de la máquina tras haberla usado durante un año y, también, la evolución de la misma.

¡Ojo! Nuestros compañeros de HobbyConsolas han hecho un análisis más enfocado a la situación de la consola y su evolución durante estos meses y os recomendamos echarle un vistazo.

Apartados del análisis de Xbox Series X en 2021:

Me he acostumbrado a ese bloque negro al lado de la tele, sobre todo porque ni lo noto

Voy a empezar hablando del diseño porque no deja de ser un punto importante de las consolas, aunque sean de sobremesa. A contrario de PS5, de la que ya hablaremos en una semanita, mi Xbox Series X está totalmente a la vista.

Es el único punto del mueble del salón en el que puedo tenerla para que disipe bien y coja aire fresco y lo cierto es que, si bien los primeros días me chocaba tener ese rectángulo negro al lado del televisor, con el tiempo me he acostumbrado.

Análisis Xbox Series S Computerhoy

Los puertos traseros están ocupados por los discos externos HDD para juegos de generación pasada y el frontal lo uso a veces para el disco en el que capturo gameplay para los análisis... o para cargar el mando.

Y sí, no suelo reparar en ella, pero cuando lo hago pues desearía que fuera algo más discreta y no ese monolito negro, pero al final lo importante es cómo funciona por dentro... y lo cierto es que en las sesiones de juego no me llama la atención.

Y no lo hace porque, un año después y en un piso con dos gatos y un conejo que se tiran 8 meses soltando pelo, la consola hace el mismo ruido que el primer día: prácticamente ninguno.

Bajo estrés no se pone a soplar a lo loco y el lector de discos me parece bastante silencioso cuando vemos una película, así que, aunque el diseño no sea mi preferido (Series S, por ejemplo, me parece todo un acierto en este sentido), la parte funcional va a las mil maravillas. 

Esto ya lo comentamos en el análisis de hace un año, pero con la perspectiva del tiempo sigo manteniendo mi opinión.

Nada de drift y con un buen agarre, pero con una vibración que siento del pasado

Considero el mando como parte importante del diseño y aquí he de decir que, tras el paso del tiempo, estoy algo decepcionado con el Xbox Controller de Series X.

Es un mando fantástico que bebe del de Xbox One (la V2, que me parecía fantástico) y a su vez del de Xbox 360. 

Esto casa perfectamente con la idea de retrocompatibilidad y eliminar barreras que tiene Microsoft, pero las sensaciones con él no son de nueva generación como, por ejemplo, sí ocurre con el Dualsense.

Entre manos es cómodo, agradezco el nuevo grip y me gusta el botón de capturas, lo uso mucho, pero siento que me estoy perdiendo algo en juegos como Forza Horizon 5 o Flight Simulator, títulos que podrían aprovechar a la perfección un sistema de vibración más avanzado como el de los Joy-Con o, directamente, háptico como el del mando de PS5 o el de los móviles de alta gama.

Pero bueno, si nos vamos a otras decisiones de diseño, he de decir que se me ha caído varias veces (realmente los gatos lo han tirado cuando juegan a toda velocidad) y funciona como el primer día.

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Los gatillos van bien, los bumpers funcionan y suele ser la parte delicada y no hay ni rastro de drift, ese 'mal' de algunos sticks que provoca que los personajes o la cámara se mueva sola y que resulta tan molesto (de hecho, os enseñamos cómo arreglar el drifting de los Joy-Con, donde es supercomún).

Y las pilas. Ay, las pilas... En la absurda guerra de consolas que mantienen algunos las pilas siempre salen a colación porque se ve como algo del pasado.

Y sí, lo es y, además, sería mucho más sostenible una batería, pero es que en Xbox tenemos la opción de usar pilas (unas buenas pilas te duran muchísimas horas de juego) y también baterías recargables, los conocidos como 'carga y juega'.

Uso varios sistemas porque tengo varios mandos y he de decir que la gestión de consumo de los mandos de Xbox me parece impecable.

Evolución del sistema operativo: poco a poco y con buena letra 

El hardware era prometedor, pero había dos elementos que nos hicieron tener la sensación de que, a lo mejor, o la pandemia había afectado demasiado o que Xbox Series X estaba preparada para 2021 y no para 2020.

No había juegos que acompañaran al sistema y el software era extremadamente continuísta, sin dar esa sensación de "estrenar consola".

Poco a poco, Microsoft se ha ido poniendo las pilas y, de igual forma que con los juegos, en 2021 Xbox Series X ha explotado y ha empezado a mostrar su potencial.

Microsoft ya tiene preparado el dashboard a 4K (que manda narices que no estuviera de inicio en una consola como esta... o en Xbox One X, capaz de sobra con esa resolución para juegos), va muy fluido y, además, ya podemos jugar con HDR Dolby Vision en aquellos títulos y televisores, obviamente, compatibles.

Sin embargo, las dos actualizaciones que más me gustan son la posibilidad de jugar a ciertos juegos y Free to Play multijugador sin necesidad de pagar Gold, algo que permite la competencia, y, además, el tener Edge en la consola.

Pero el Edge bueno, el que está basado en Chromium, ya que con él podemos navegar usando teclado y ratón (por cierto, también podemos jugar con teclado y ratón a ciertos juegos), pero también acceder a Stadia y GeForce Now.

Esto significa que en Xbox Series X tenemos la posibilidad de tener Stadia -análisis-, pero también disfrutar de los juegos de PS que tengamos comprados gracias al servicio de streaming de Nvidia. 

Y ojo, porque no tiene que ver... pero sí, y es que en Game Pass Ultimate también tenemos la biblioteca de EA Play, que es un servicio de suscripción totalmente diferente y que, bueno, está en el Game Pass junto a todo lo que ya ofrece Microsoft en esa suscripción.

Hablando en términos muy, muy técnicos: esto me parece un puntazo.

Nueva generación que despega entre parches, primeros exclusivos y el streaming

Y esto último está relacionado con los juegos. El catálogo de Xbox Series es tremendo gracias a la retrocompatibilidad con Xbox One (PS5 hace lo propio con PS4), pero sobre todo a la retro con Xbox 360 y ciertos títulos de Xbox original que, además, tienen mejoras en las nuevas consolas de los de Redmont.

En el lanzamiento y en meses posteriores vimos ciertos juegos con parches para aprovechar la potencia de Xbox Series X y sí, algunos como Gears eran espectaculares, pero sentíamos que prácticamente todo eso se podía disfrutar (con peores gráficos, evidentemente) en Xbox One X.

Mucho juego intergeneracional de terceros, parches de resolución y modos de rendimiento que hacían que el juego fuera más bonito... pero nada como Demon's Souls, por ejemplo, que era exclusivo de PS5 y demostraba la potencia del sistema de Sony. O incluso como Spider-Man Miles Morales, que salía en PS4 también, pero no dejaba de ser un nuevo juego de Sony.

Halo era el que iba a abanderar el lanzamiento de Xbox Series, y lo cierto es que habría sido precioso, pero no estaba en condiciones, ni mucho menos, para lanzarse. Afortunadamente, ahora sí está listo y tiene una pinta buenísima de cara al lanzamiento en diciembre.

Pero bueno, poco a poco las cosas han ido cambiando y hay juegos que ya están exprimiendo la potencia de la máquina. Forza Horizon 5 -análisis- es uno de ellos.

Aunque es intergeneracional, lo cierto es que muestra un apartado gráfico espectacular en la nueva máquina de Microsoft, pero el que se lleva la palma es el de aviones.

Flight Simulator -análisis- nos dejó con la boca abierta al ser un juego que en PC pide un equipo muy, muy potente para ir al máximo y que en Xbox Series se mantiene de maravilla. Era un juego difícil de adaptar a la consola y lo cierto es que salió genial sin perder espectacularidad visual.

Es el ejemplo perfecto de lo que puede hacer la máquina y, de hecho, solo funciona en el nuevo sistema de Microsoft.

Eso sí, pronto cualquier poseedor de una Xbox One va a poder jugar a Flight Simulator y otros juegos con características visuales de Series X ya que Microsoft está potenciando su sistema de Cloud Streaming.

Ya os hemos hablado de este servicio y, en 2021, los de Seattle actualizaron los servidores pasando de One S a Series X. Así que, son Series X las que están ejecutando los juegos que disfrutamos por streaming en el PC, Mac o móvil, pero pronto también en la consola.

Los que tengan el simbolito de la nube en la carátula del juego son títulos preparados para jugar en streaming, lo que permitirá probar juegos antes de descargarlos, pero también disfrutar de títulos exclusivos de la nueva consola en las anteriores Xbox One.

Y sí, me parece un avance espectacular y una gran propuesta por parte de Microsoft.

Quick resume es magia cuando funciona, pero ampliar el SSD es caro

Más allá de la potencia, una de las claves de Xbox Series y PS5 es el SSD. Esto no solo permite aprovechar la red de 1 Gbps para descargar juegos más rápidos, sino que todo abre antes, hay menos tiempos de carga y, además, Xbox tiene algo que me encanta: Quick Resume.

Cuando funciona, este sistema permite encender la consola desde el modo de ahorro de energía -apagada- y volver al punto exacto en el que dejaste el juego sin tener que cargar menús ni nada.

De hecho, hay veces que pongo un juego que no he tocado durante semanas y aparezco en el mismo punto en el que estaba habiendo apagado muchas veces la consola entre medias, saliendo de ese juego y poniendo otros. Es casi mágico.

Sin embargo, no todos los juegos lo soportan y algunos que, supuestamente, tienen Quick Resume, no funcionan correctamente. Es algo que hay que seguir mejorando, pero que me encanta.

El almacenamiento es rápido y está bien integrado con el resto de componentes, pero como os contamos en el análisis de la consola, es caro ampliarlo.

Vamos a poder instalar un HDD o SSD externo por USB para almacenar juegos de Xbox, Xbox 360 y Xbox One, pero los de Xbox Series que aprovechen la consola solo se pueden jugar desde la unidad interna o desde las tarjetas de expansión.

Ya hemos analizado una de estas tarjetas y sí, el rendimiento es muy bueno, pero como sigue siendo un  formato propietario, seguramente las unidades PCIe 4.0, más rápidas, bajarán de precio antes que las tarjetas de Xbox fabricadas por Seagate.

Una consola que vas a disfrutar a lo grande, si la encuentras...

Llegamos al final del repaso de este primer año de vida de Xbox Series X y lo cierto es que la consola ha evolucionado satisfactoriamente y como usuario estoy muy contento.

Nos hemos centrado en Series X aunque, realmente, los mismos avances los hemos visto en Series S, una consola que lo tiene más fácil para vender debido a que es sencillo encontrarla en tiendas.

Lo que no es tan sencillo es hacerse con una Series X. Al igual que ocurre con PS5 y otros dispositivos punteros electrónicos, la crisis de los semiconductores está pasando factura y no siempre encontramos consolas en las tiendas.

Microsoft Series X

Así es Xbox Series X, la consola de nueva generación de Microsoft y la más potente de todas las que van a llegar en este comienzo de generación gracias a su potencia y capacidad del SSD.

 

Sin embargo, si habéis llegado hasta aquí, debéis saber que se acercan los mejores meses de la consola de Microsoft y en menos de un mes tendremos el primer, con permiso de Forza Horizon 5, gran estandarte de su generación: Halo Infinite.

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