90 días para poner paz entre Trump y China: empieza la cuenta atrás

Tras el terremoto sufrido en las últimas 48 horas con el bloqueo a Huawei, parece que ha llegado el primer mensaje de calma junto al aviso de 90 días de tregua que ha dado el gobierno estadounidense. Durante el día de ayer las bolsas fluctuaron, se lanzaron multitud de hipótesis y, sobre todo, se generó una gran alarma entre las compañías tecnológicas de todo el planeta. Hoy sigue una calma tensa en la que se esperan más reacciones.

Debemos recordar que la noticia no fue solamente la ruptura comercial de Google con Huawei, hubo otras empresas como Intel o Qualcomm que se sumaron a ella. Se han dado por hecho las presiones del gobierno por hacer efectivo este bloqueo, sobre todo teniendo en cuenta un aspecto muy concreto: Huawei ha sido por ahora la única víctima directa en esta crisis.

Huawei es una de las mayores empresas tecnológicas del mundo y de las más importantes de China, todo un símbolo y un motor económico que no deja de crecer. Ahora está en manos del gobierno de Trump, pero ¿con qué intención?

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90 días de tregua

Hasta el 19 de agosto, esa es la fecha límite que ha dado el gobierno. Mientras, Huawei podrá comprar productos fabricados en Estados Unidos y recibir las actualizaciones de Android. Sin embargo, se espera que reciban la negativa ante la solicitud de licencias para nuevos productos. 

Durante este tiempo también tendrán que prepararse compañías y proveedores estadounidenses para un futuro en el que puede que no trabajen con empresas chinas.

Esto significa que los móviles de Huawei podrán recibir actualizaciones del sistema operativo de Google. Aunque también se ha generado la duda sobre si Google acelerará o ralentizará esas actualizaciones, así como el funcionamiento de las negociaciones entre ambas empresas a partir de ahora.

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También está por ver si Huawei podrá sacar al mercado nuevos móviles y, en caso afirmativo, cómo llegarán en cuanto a versión del sistema operativo. Lo que es inevitable es que las ventas sean inferiores tras las preguntas y preocupaciones que se han despertado en los usuarios y la gran crisis abierta.

Durante este periodo, el gobierno de Estados Unidos hará una profunda investigación sobre su ciberseguridad en dispositivos y estructuras de comunicaciones y se valorará si continúa el tiempo de prueba o se toman otras medidas. Aunque está claro que los avisos contra empresas no van a parar tras el aviso del Departamento de seguridad en referencia a los drones fabricados en China. El mensaje a la población es claro: China puede espiarnos con cualquier dispositivo.

¿Tan importante es el 5G?

En este artículo publicado ayer enumeramos las opiniones y medidas de Trump en referencia a las empresas de tecnología chinas y cómo su crecimiento estaba dañando los beneficios de las empresas estadounidenses y mermando su poder en el extranjero. En los últimos tiempos todas las grandes empresas de móviles de Estados Unidos bajaron sus ventas mientras que crecieron las de Xiaomi y Huawei.

Sin embargo, parece ser que este no es el único motivo que ha provocado la reacción de Donald Trump. El despliegue de la tecnología 5G es de gran importancia y el dominio de Huawei es claro con unos equipos más avanzados que los de la competencia. Estados Unidos no quiere que el control de la red sea chino y la limitación de compra de productos estadounidenses que ha impuesto, así como de movimiento dentro del país, puede servir de freno para que las nuevas vías de la comunicación global estén bajo su dominio.

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Respuesta de Huawei

La respuesta de Huawei llegó a las pocas horas de hacerse pública la prórroga de 90 días. Desde la empresa han querido transmitir una imagen de fortaleza para evitar la imagen de vulnerabilidad o sometimiento que puedan sufrir.

Según el CEO de Huawei, el gobierno de Trump ha subestimado la capacidad de la empresa y disponen de planes de contingencia ante cualquier impedimento que puedan sufrir por parte de Estados Unidos. En sus palabras hay agradecimiento a las mismas empresas estadounidenses que han presionado para “persuadir al gobierno de los EE.UU. para que cooperen con Huawei”. No ha nombrado ninguna empresa como intermediaria en este aspecto, pero se hace complicado pensar que no haya estado Google, con la que hasta los últimos días siempre ha mantenido una buena sintonía.

La gran pregunta que se hacen los mercados es si Huawei puede subsistir sin los procesadores estadounidenses, más que el problema de quedarse sin Android.

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Más allá del sector tecnológico

En todo caso, este conflicto supera al sector tecnológico y, sobre todo, al tema del espionaje. La tensión entre China y Estados Unidos proviene de la interdependencia y lucha por imponerse que tienen ambos países.

La desaceleración vivida en los últimos años empuja a Estados Unidos a reducir su influencia en el resto del planeta y a pasar a una segunda posición en algunos sectores mientras China teje las conexiones internacionales y expande su modelo de producción.

La tensión por los aranceles que se han impuesto entre ambos países ha ido elevando la tensión durante los últimos meses. En mayo ha acabado por explotar con los anuncios de subida de aranceles por ambas partes en una guerra comercial que ha provocado más de diez rondas de negociación en el último año.

El 13 de mayo Trump utilizó Twitter para amenazar a China en otro ejemplo de cómo usa esta red social:

Sus palabras se tomaron con hostilidad en China y desde el gobierno se citó la capacidad del país para transformar cualquier crisis en una oportunidad.

Según los analistas, la imprevisibilidad de Trump es un factor determinante en esta crisis que influye en la economía de ambos países más de lo que les gustaría a todos los implicados. Con Huawei secuestrada y una supuesta posición de ventaja, muchos temen que esto avance hacia un camino sin salida.

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Reacciones de otros países

Las amenazas de espionaje o la presión de Estados Unidos todavía no han provocado movimientos en otros países y la cautela ha sido la sintonía general.

Reino Unido autorizó el uso de material de Huawei en sus tecnologías de 5G y no se ha pronunciado en ningún aspecto, aunque, según The Guardian, tienen un informe que duda sobre la compañía y están recibiendo avisos de Australia y Nueva Zelanda, países que prohibieron la tecnología de Huawei en el despliegue del 5G por su alto riesgo.

Francia y Alemania no ven motivos para bloquear ninguna compañía y trabajan con Huawei como con cualquier otra empresa de telecomunicaciones, aunque la embajada de Estados Unidos ha advertido al gobierno alemán sobre el peligro de usar tecnología china y de la posibilidad de limitar el intercambio de información en un futuro si ven que la fiabilidad de las comunicaciones es catalogada como insegura.