El éxito global del gigante WeWork es solo uno de los termómetros que evidencian el peso del fenómeno coworking, indisolublemente ligado a la era moderna, la revolución digital y la movilidad y flexibilidad laborales que caracterizan a figuras y formaciones laborales como micropymes, trabajadores remotos, e-nomads y freelances. Gracias a los protocolos inalámbricos, el auge de del cloud computing, el software colaborativo o la descentralización del trabajo, los trabajadores pueden desarrollar su actividad desde otro país, ciudad, oficina o incluso, si así lo desean, desde casa.

Esta libertad sin precedentes aupada por Internet no solo brinda mayor elasticidad a nivel profesional para seleccionar el modo y lugar de trabajo, sino que ha habilitado un nuevo modelo de negocio que une a las personas y que ha llegado para quedarse. Se trata del coworking, que según la definición de Shopify se trata de “una forma de trabajo en donde profesionales independientes, emprendedores, freelance y pymes convergen y comparten un espacio laboral físico, aunque también puede ser virtual”. Así, los trabajadores que hacen uso de él cuentan con su espacio individual pero se benefician de contacto mutuo, colaboración, networking o mentoría.

Los espacios de coworking brindan numerosas ventajas, desde conexiones profesionales y fomento de nuevas ideas a mayor facilidad para encontrar clientes, mejores índices de producitividad, sensación de comunidad, educación empresarial, ambiente más fresco y creativo que el propio domicilio o una oficina convencional y mayor flexibilidad financiera debido a su abaratamiento de costes.

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La infografía con la que acompañamos este artículo, elaborada por Raconteur, muestra por qué las empresas, y especialmente las startups de nuevo cuño, están gravitando cada vez más hacia espacios coworking, alejados de las soluciones tradicionales y con potencial para que cada empresa pueda escalar de forma rápida, cubriendo todas sus necesidades -desde la conexión inalámbrica a salas de reuniones-.

No sorprende por lo tanto que las previsiones sean estratosféricas: la industria del coworking crecerá a una tasa compuesta anual del 12% en los próximos cinco años, e incluso se está hablando de que WeWork, líder del segmento, recaude cifras elevadísimas, con una valoración de 35.000 millones de dólares. En cuanto a lugares y profesionales, se espera que la industria se expanda a 30.432 espacios y 5,1 millones de miembros para el año 2022.

Según Raconteur, estos son los aspectos más valorados de un espacio de coworking.

• Ambiente social y agradable (59%)
• Interacción con los demás (56%)
• Comunidad (55%)
• Cerca de mi casa (51%)
• Personas afines (47%)
• Buena relación calidad-precio (41%)
• Buenas conexiones de transporte cercanas (41%)
• Infraestructura básica de oficina (38%)
• Intercambio de conocimientos (35%)
• Gran espacio de trabajo abierto (34%)