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5 lecciones que te enseña hacer un Madrid-Barcelona en coche eléctrico

Jakub Motyka

Coche eléctrico cargando
Hacer un viaje largo en un coche eléctrico sigue siendo una cuestión repleta de incógnitas: ¿llegaré a mi destino? ¿Me quedaré sin batería por el camino? ¿Qué pasa si no encuentro ningún cargador? Hemos decidido repetir nuestra experiencia de ir de Madrid a Barcelona en un coche cien por cien eléctrico, para que tú no tengas que hacerlo. Al menos, no en 2020.

El coche eléctrico sigue abriéndose paso en España. Lo hace muy lentamente –a razón de un 0,8% del total de los coches vendidos en 2019, según datos de la Anfac–, más o menos al mismo ritmo que están siguiendo empresas, gobiernos y otros actores partícipes de la revolución de la movilidad eléctrica.

Lentamente, pero avanzan: los coches eléctricos están cada vez más presentes en nuestro futuro, habiéndose convertido ya en la alternativa del futuro a los motores de combustión. Hay algo que nadie pone en duda: los coches diésel y gasolina sin hibridación tienen los días contados en las grandes ciudades.

Pero a diferencia de lo que hasta ahora ocurría con los motores tradicionales, el coche eléctrico ahora mismo no está hecho para todo el mundo. Al menos a día de hoy en plena recta inicial del año 2020, todavía es pronto para que cualquier persona se pueda plantear dar el salto definitivo a los motores eléctricos en su siguiente coche.

Nissan Leaf cargador

No está hecho, sobre todo, para aquellos que busquen ya un sustituto para un coche con motor de combustión. Para demostrarlo, y comprobar que las cosas siguen más o menos igual que a comienzos del año pasado, desde la Zona Motor de ComputerHoy.com nos hemos puesto al volante de un Nissan Leafe+ (62 kWh) para repetir la experiencia de hacer un Madrid-Barcelona (620 km) en un coche cien por cien eléctrico.

Lo hicimos el año pasado, en una experiencia que nos sirvió para comprobar que un coche con una capacidad de batería de 40 kWh se quedaba corto para pensar en emprender viajes largos. Esta vez, le hemos dado la oportunidad a un coche eléctrico con autonomía extendida: el Leaf e+ de Nissan, cuya batería de 62 kWh ofrece una autonomía WLTP de hasta 385 kilómetros.

De Madrid a Barcelona, teniendo en cuenta nuestro punto de salida (centro de Madrid) y el destino (centro de Barcelona), sin pasar por peajes hay exactamente 615 kilómetros. Eso es menos del doble de la autonomía que certifica este coche, por lo que no debería ser muy difícil llegar... ¿verdad?

Índice de contenidos

  1. 'Autonomía WLTP' no es lo mismo que autonomía en carretera
  2. No te fíes de la autonomía que muestra el coche
  3. Parar más y poco es mejor que parar menos y mucho
  4. No te esperes un gran ahorro de dinero
  5. ¿Estará disponible, operativo y plenamente funcional el cargador?

5 lecciones que te enseña hacer un Madrid-Barcelona en coche eléctrico

1. 'Autonomía WLTP' no es lo mismo que autonomía en carretera

WLTP corresponde a las siglas de World Harmonized Light-duty Vehicle Test Procedure, y en el caso de los coches eléctricos, su llegada ha supuesto un ajuste mucho más realista de las cifras de autonomía que las marcas proporcionan a sus clientes.

Autonomía coche eléctrico

El motivo es que las pruebas WLTP se llevan a cabo con unas condiciones mucho más realistas que los anteriores ciclos utilizados en el mundo automóvil: por ejemplo, durante las pruebas WLTP hay un 52% de conducción urbana y 48% de conducción fuera de ciudad, respecto al 66/34% del viejo ciclo NEDC que, dada la naturaleza del coche eléctrico –consume menos en ciudad que en carretera, al revés que un coche con motor de combustión–, beneficiaba en exceso sus cifras de autonomía.

Con los viejos ciclos de homologación que se utilizaban en los primeros años de vida del coche eléctrico, la frustración de sus propietarios era inevitable, ya que desde el primer día veían que no conseguían acercarse a las cifras oficiales nada más sacar el coche a carretera.

Nissan Leaf en carretera

Pero incluso así, el ciclo WLTP no es aplicable para un viaje largo, donde si no el 100%, desde luego más del 90% de tu conducción será por carretera. Por lo tanto, si en un coche como el Leaf +e Nissan te dice que su autonomía homologada WLTP es de 385 kilómetros, de ninguna forma podrás contar con 385 kilómetros de autonomía en carretera.

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¿Cómo calcular entonces la autonomía de un coche eléctrico en carretera? Es imposible, salvo que el coche lo haga por ti, como es el caso de Tesla y su navegador inteligente que te indica exactamente qué cargas vas a necesitar para poder llegar a tu destino.

Es imposible que lo hagas tú porque la autonomía de un coche eléctrico es muy sensible a factores en los que quizás nunca te hayas parado a pensar al conducir un coche con motor de combustión.

¿Hará mucho frío el día de tu viaje? Entonces, la autonomía va a ser mucho más baja; ¿cuál es el desnivel que hay desde tu punto de origen hasta tu destino? Si la pendiente es positiva, la autonomía será inferior respecto a si la pendiente fuera llana o negativa; ¿estás dispuesto a no superar los 100 km/h en favor de conseguir algunos kilómetros más de alcance? Si vas a más velocidad, contarás con mucha menos autonomía que si condujeras de forma constante a 100 km/h.

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Todos esos factores tienen un impacto directo en la autonomía de un coche eléctrico, y se trata de aspectos que en su gran mayoría resultan imprevisibles además de imposibles de calcular de antemano a la hora de organizar un viaje eléctrico de larga distancia.

2. No te fíes de la autonomía que muestra el coche

Autonomía coche eléctrico

En un viaje largo, los propios coches eléctricos son incapaces de calcular de forma certera la autonomía restante –a excepción de los Tesla que, como decíamos, tienen un software que recalcula en tiempo real la autonomía teniendo en cuenta todos los factores que hemos mencionado antes–. Los demás, lo hacen con el mismo procedimiento que los coches de combustión, lo cual da pie a cifras imposibles que no se ajustan a la realidad.

En mi caso, durante mi Madrid–Barcelona me di cuenta de que lo mejor era ocultar con un papel el indicador de autonomía restante del Leaf e+: los números bailaban a cada instante, y en ningún caso se ajustaban al total de la ruta, sino que simplemente cambiaban en función de las condiciones de conducción de cada momento. Eso, en un viaje así, tan solo consigue confundirte y ponerte nervioso sin razón.

Batería Leaf

Al final, me resultó mucho más útil fiarme únicamente del porcentaje de batería restante: multiplicando la capacidad de la batería (62 kWh) por el porcentaje restante, y aplicando una ecuación en la que estimaba la autonomía en carretera del Leaf e+ con la batería llena en unos 330 km, obtenía una autonomía estimada muy cercana a la que finalmente conseguí.

Si por ejemplo me quedaba un 60% de batería, y quería saber si llegaría al siguiente cargador con al menos un 5% de batería restante (el margen de seguridad), multiplicaba los 330 kilómetros de autonomía por 0,55 y obtenía un resultado de 181 kilómetros restantes. Kilómetro arriba, kilómetro abajo, el resultado se cumplía.

Los fabricantes tienen que ponerse las pilas con el software de sus coches eléctricos: no pueden seguir simplemente arrastrando las tecnologías de los modelos de combustión, ya que este es solamente uno de muchos ejemplos que demuestran que esta táctica no sirve.

3. Parar más y poco es mejor que parar menos y mucho

Cargador coche eléctrico

Cuando planeamos un viaje largo en coche, solemos tratar de ajustar las paradas para repostar al menor número posible de gasolineras, con el fin de llegar lo antes posible a nuestro destino. En un coche eléctrico, al menos a día de hoy en 2020, la mentalidad que has de aplicar es totalmente diferente.

Si paras poco y mucho, es decir, te detienes en pocas electrolineras pero con la intención de cargar al máximo posible en cada una de ellas, la realidad con la que te vas a encontrar es que con ello solo conseguirás el efecto contrario a tu intención de tardar el menor tiempo posible durante el viaje.

Cargador coche eléctrico

La razón es sencilla: en cualquier cargador para coches eléctricos, a día de hoy la carga rápida suele estar limitada al 80%, con lo cual todo el tiempo que pases cargando del 80 al 100% estará sujeto muy probablemente a la carga estándar (lo cual equivale, en otras palabras, a la carga lenta).

Dado que la carga lenta en un coche eléctrico hoy en día es extremadamente lenta, a razón de que para cargar un coche como el Model 3 de Tesla necesitarías esperar más de 32 horas, no tiene sentido perder tiempo cargando a velocidades de 2, 3 o 4 kW cuando por debajo del 80% de batería puedes hacerlo a 30, 40 o 50 kW como mínimo.

Pero hay un problema: ¿es suficiente menos de un 80% de autonomía en tu coche eléctrico para llegar de un cargador a otro? Eso ya no depende de ti, sino de la capacidad de batería de tu vehículo y del número de puntos de carga que haya por el camino. Y ambas cosas están todavía muy verdes.

4. No te esperes un gran ahorro de dinero

Las cuentas están claras: la guía Michelin estima que un trayecto Madrid-Barcelona en coche equivale a un gasto de entre 50 y 60 euros en combustible; en mi caso, este mismo trayecto en un Leaf e+ utilizando solamente cargadores de Ibil (ahora Repsol Movilidad) me supuso un desembolso de 45 euros. Ahorrarte entre 5 y 15 euros a cambio de tardar seis u ocho horas más no compensa.

Cargar un coche eléctrico en casa es barato, mucho más rentable que repostar combustible en la gasolinera, pero hacerlo fuera, en cargadores rápidos que facturan el kWh a razón de 40 céntimos, no sale rentable. Y viendo el camino que están tomando iniciativas como Ionity, el futuro no pinta muy esperanzador.

5. ¿Estará disponible, operativo y plenamente funcional el cargador?

El range anxiety no es solo cosa de autonomía: la ansiedad también se acrecienta en los minutos previos a la llegada a un punto de carga. Si bien es cierto que las aplicaciones de puntos de carga suelen indicar su disponibilidad y avisan de sus posibles mantenimientos, el hecho de que solamente haya uno o dos puntos por cada varios cientos de kilómetros no resulta muy tranquilizador ante cualquier posible imprevisto.

Nissan Leaf reportaje

El cargador puede ser ocupado por alguien en los 15 minutos que pasan entre que has mirado su disponibilidad y llegas a él; puede que la app diga que funciona, pero al llegar te encuentres con que no carga; puede que alguien haya roto el conector que necesitas y no te enteres de ello hasta llegar al cargador con un 3% restante de autonomía... pueden pasar muchas cosas, y hay muy pocas soluciones en un caso así.

2020 no es el año para viajar en coche eléctrico

Nissan Leaf coche eléctrico

Si me preguntaran si recomiendo la compra de un coche eléctrico, mi respuesta sería un rotundo 'sí', pero solo si puedes permitirte tenerlo como segundo o tercer coche en tu núcleo familiar. De otra forma, el coche eléctrico (todavía) no está hecho para ti.

Un coche como el Leaf e+ de Nissan supone una experiencia única de conducción por ciudad: un gasto ridículo de electricidad, total suavidad de conducción (ensalzada con la tecnología e-Pedal) y cero restricciones de aparcamiento y circulación en las grandes ciudades. La única pega es su elevado precio, pero si te lo puedes permitir es una compra totalmente razonable.

El problema es que, si en tu hogar hay un único coche y no estás dispuesto a alquilar otro cada vez que quieras hacer un viaje largo, la realidad con la que te vas a encontrar es que el mundo todavía no está listo para que hagas un Madrid–Barcelona con él. Ni un Madrid–Barcelona, ni un viaje al pueblo si está a más de 100 kilómetros, hay montañas de por medio y quieres ir a un ritmo normal sin preocuparte por la autonomía.

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