Compramos tecnología inacabada...y a veces es bueno para los usuarios

Primero fueron los sistemas operativos. Después les siguieron los videojuegos con parches de actualización que ocupan más espacio que el propio juego original, y ahora esta práctica de lanzar productos con un software inacabado se ha extendido a la telefonía móvil.

Lo vemos cada vez más a menudo. Un fabricante presenta un nuevo smartphone y al cabo de unos días llega a las tiendas. Los usuarios, ávidos de nueva tecnología y una buena dosis de postureo, corren a las tiendas a comprarlo y descubren que no todo funciona como debiera. 

Mientras, los portavoces de la marca se apresuran a llamar a la calma anunciando una actualización en los próximos días que corregirá ese y otros problemas.

Si eres un habitual de ComputerHoy.com sabrás que esto es algo que ya, como usuarios, tenemos más que asumido como algo habitual y casi normal. No obstante, si extrapolamos esa conducta a cualquier otro sector, ¿aceptarían los usuarios ser betatesters del producto que compran? Yo, sinceramente, prefiero que los frenos de mi coche funcionen desde el primer día.

Existe un mantra entre los supuestos gurús en esto del emprendedurismo y el mundo empresarial que dice que no se debe esperar a que un producto esté al 100% para lanzarlo al mercado, y eso es lo que precisamente están haciendo los grandes fabricantes de tecnología.

Los que ya peinamos algunas canas, tal vez no veamos con buenos ojos el hecho de comprar un dispositivo cuyo funcionamiento no es el esperado en todo su ciclo de vida. Sin embargo, esta estrategia de pulir el funcionamiento de un dispositivo a base de actualizaciones una vez se ha puesto a la venta tiene varias ventajas y un gran inconveniente.

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La principal ventaja para los usuarios es que puedes disfrutar de la última tecnología de forma inmediata, ya que al ritmo que funciona esta industria, si se esperasen a tener los productos afinados al 100% probablemente tendríamos móviles que nacen con componentes ya obsoletos. Ahora te caduca antes un procesador que los yogures que tienes en la nevera.

Compañías como OnePlus han aplicado este modelo de lanzamiento hasta el extremo. Uno de los mejores ejemplos es el OnePlus Watch que analizamos varios meses después de su lanzamiento, viendo en primera persona su evolución a medida que iban pasando las semanas y se iban instalando una actualización tras otra.

Lo cierto es que el reloj que recibimos y el que finalmente analizamos parecían productos totalmente diferentes, no solo en cuanto a rendimiento y fiabilidad, sino en funciones y estética.

El de OnePlus no es, ni de lejos, un caso aislado. Hace poco menos de un mes Nothing enviaba las primeras unidades del Nothing Phone (1), el que iba a ser el primer smartphone de la marca. Una de las primeras cosas que hice al recibirlo fue grabar su unboxing en vídeo y dar mis primeras impresiones tras las primeras 24 horas de uso de este móvil.

Desde aquel día, el Nothing Phone (1) ha recibido 4 actualizaciones de software que han mejorado de forma notable su funcionamiento.

Llámame raro, pero soy de los que se lee las novedades que van a corregir los parches antes de instalarlos y, con la llegada de la cuarta actualización, una de las más destacadas era la optimización de la carga rápida. ¡Fantástico, algo que se puede medir! Dicho y hecho.

Como puedes ver en la gráfica de carga, el Nothing Phone (1) no destaca precisamente por su velocidad de carga, por lo que cualquier mejora será bienvenida. De hecho, en la prueba de carga que le hacemos a todos los dispositivos que analizamos nos había dado un tiempo de carga de 1 hora y 55 minutos antes de instalar la actualización.

El resultado de la medición tras la actualización no podría haber sido más positivo. ¡46 minutos menos en completar la carga! Es una muestra muy gráfica de cómo el producto va evolucionando en la mano del usuario, en lugar de hacerlo en un laboratorio antes de salir a la venta.

Otra de las ventajas de este modelo de actualizaciones es que permite a las marcas añadir funciones adicionales que pidan sus usuarios, de forma que, a medio plazo, el producto no solo funciona mejor, sino que se acerca un poco más a los usuarios fidelizandolos a la marca.

Aquí de nuevo OnePlus puede servir de ejemplo con algo que pudimos ver en primera persona los usuarios de la primera hornada de OnePlus Nord que, durante su análisis ya mostraba algunos problemas con el ajuste del color en alguna de sus cámaras y nosotros dejamos constancia de ello por escrito.

Apenas dos semanas después de la publicación de ese análisis OnePlus corrigió esos problemas con el ajuste del color en el modo Macro de su cámara mediante una actualización de software.

Mi experiencia analizando móviles y todo tipo de productos electrónicos en ComputerHoy.com me ha dejado con centenares de estos ejemplos de evolución y mejora de productos a lo largo de su ciclo de vida. Sin embargo, también me ha dejado testimonios de cientos de fallos graves que los fabricantes nunca han corregido…y ese es el gran inconveniente que plantea este modelo de lanzamiento.

Este modelo de evolución del producto en manos del usuario depende del compromiso de los fabricantes para con el producto y sus usuarios. Es decir, que el fabricante se compromete a corregir y ajustar los problemas que se presenten en los primeros meses de vida del producto.

Pero si el fabricante no cumple con su parte, el resultado será un desastre ya que el usuario tiene en su mano un dispositivo con fallos que nunca serán corregidos dando a lugar una mala experiencia de uso…y seguro que de esos, tú también habrás tenido alguna mala experiencia.