Errores que no debes cometer al comprar un frigorífico

Siempre que vamos a adquirir cualquier tipo de electrodoméstico, debemos estar seguros de que es lo que necesitamos y que nos estamos quedando cortos, pero tampoco estamos comprando algo por encima de lo que realmente necesitamos.

El problema es que, en el caso concreto de la compra de un frigorífico, muchas veces se pasa por alto ciertas características que pueden ser definitivas para nosotros. También se da el caso de querer adquirir un dispositivo que no está en la realidad de lo que necesitamos o que solamente se adquiere por el diseño exterior.

Debemos tratar de limitar los errores que se suelen cometer y ser conscientes de cuáles son los parámetros en los que debemos fijarnos para conseguir no gastar un dineral en el frigorífico, pero tampoco quedarnos cortos en nuestra elección.

Está claro que, si conocemos los posibles errores, pondremos las soluciones pertinentes para que nos afecten y así conseguir la mejor de las elecciones para nosotros, ya que no estamos hablando de un electrodoméstico precisamente barato o de esos que podemos cambiar cada poco tiempo.

¿Qué tipo de frigorífico es para nosotros?

Si tenemos delimitado el hueco para poner un frigorífico, porque la cocina no da para más, está claro que el dispositivo se va a tener que adaptar al espacio.

Pero en aquellas cocinas en las que no hay problemas de espacio o si estamos configurándola y debemos decidir dónde va el frigorífico, siempre podemos caer en la tentación de colocar un tipo de electrodoméstico que no es el que necesitamos, pero que por diseño es el que más nos gusta, algo que suele traer un buen desembolso y que es un error.

Existen varios tipos de frigoríficos, los cuales suelen ofrecer ciertas características, las cuales marcan el camino de hacia para quién están orientados.

• Frigoríficos de una puerta: son únicamente neveras, no llevan congelador y suelen ser los que permiten aprovechar más el espacio, además de ser los más económicos. 
• Frigoríficos de dos puertas: está muy extendido por nuestro país, con una zona de nevera y otra de congelado.
• Frigoríficos combi: es lo mismo que hemos visto en el caso anterior, pero con un mayor tamaño y más potencia. La distribución suele ser la de tener la nevera en la parte de arriba y el congelador abajo, delimitado en varias partes por medio de cajones. 
• Frigoríficos americanos: son aquellos que están pensados para familias con un buen número de personas, ya que se caracterizan por su gran tamaño y doble puerta.
• Frigoríficos minis: son pequeños y están pensados para ocupar poco espacio y aunque no lo creas los hay con congelador incluido.

Una vez que sabemos cuáles son los tipos que hay, debemos analizar cuál es el que nosotros realmente necesitamos. 

Es decir, si solo estamos dos personas en casa, realmente no tiene mucho sentido gastar el dinero y colocar uno de tipo americano, al igual que si somos 3 personas en un piso, no sería normal comprar un modelo mini.

La capacidad que se necesita

Igual que debemos fijarnos en los distintos tipos de frigoríficos que se venden, también tenemos que estar bien atentos a la capacidad de estos, algo que suele pasar bastante desapercibido a la hora de comprar un electrodoméstico de este tipo.

Para que tengáis una cierta orientación, os vamos a poner varios ejemplos que pueden ayudaros bastante:

• Familia de 4-5 miembros: en este caso lo normal sería tener un frigorífico con unos 300 litros totales de capacidad, repartidos en unos 200-230 litros de la nevera y unos 80-100 litros de congelador. También podrían optar por un frigorífico americano, aunque este caso es más para 5 personas.
• Compra con previsión: si sois una familia de 4 o 5 miembros, pero de las que os gusta hacer grandes compras cada varias semanas e ir congelando, la capacidad de vuestro frigorífico deberías ser de 350-400 litros con un congelador generoso de unos 150-180 litros aproximadamente. Si sois 2-3 personas con la misma costumbre, con uno de 300 litros totales y 100-120 litros de congelador, os será suficiente.
• Compras diarias: cuando hacemos compras diarias y somos 3 personas, lo mejor es tener un frigorífico que ofrezca en torno a los 250 litros con unos 80 litros de congelador. Además, en este caso sería muy aconsejable tener una zona 0, donde los alimentos se conserven permanentemente a 0 grados para que aguanten más tiempo frescos.

La etiqueta energética de los electrodomésticos, explicada

Si vas a comprar un electrodoméstico, es importante echar un vistazo a su etiqueta energética. Es un factor clave a la hora de conocer qué impacto va a tener ese dispositivo en tu siguiente factura de la luz. Te explicamos lo que significa cada término.

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Etiqueta energética

Hoy en día el consumo de los electrodomésticos ha pasado a primera plana por culpa del precio que tiene la luz, por lo que saber exactamente cuánto consume el frigorífico que queremos es primordial para no llevarnos después una sorpresa.

Normalmente, la gente mira qué clase es, es decir, solo se fijan en si es un electrodoméstico A. 

Debéis saber que en la etiqueta energética nos vienen otros datos que son también muy interesantes y que no nos deberían pasar desapercibidos:

• Clases. estas van a de la A a la G. También podemos ver la distribución en colores donde el verde oscuro indica un producto altamente eficiente y el rojo uno con baja eficiencia. Se señala desde la parte derecha la clase a la que pertenece el frigorífico.
• Consumo anual de energía: aquí veremos el consumo energético en kWh.
• Símbolos: dentro de todos los símbolos vamos a poder identificar el espacio disponible para refrigeración (en litros), la capacidad del congelador (en litros) y el nivel de ruido del electrodoméstico (en dB).
• Código QR: en la parte superior derecha tenemos un código QR el cual nos proporciona más datos del frigorífico.

Extras

Al igual que todos los dispositivos tecnológicos que hay en el mercado, los frigoríficos han ido incorporando ciertas facultades nuevas que debemos valorar si las necesitamos o si, por el contrario, no son parámetros a los que nosotros le saquemos provecho. Eso sí, cuantas más características de estas tenga, más caro será el aparato.

No debemos caer en el error de incorporar la mayoría de estos extras, pagar por ellos y luego no usarlos.

• Control remoto: con este sistema podremos controlar el frigorífico desde una aplicación para nuestro teléfono móvil.
• Pantallas: algunos tienen pantalla donde nos muestran información como la temperatura del interior, el estado actual del frigorífico, consejos de temperatura óptima, etc. Muchos de estos paneles ya son LCD y hay casos donde son incluso táctiles, incorporando añadidos tan interesantes como un modo pizarra o listas de la compra.
• ACS: es un sistema que protege el interior del frigorífico de la temperatura exterior, aunque esta sea extrema.
• Antibacterias: las paredes interiores del frigorífico están recubiertas de un tratamiento antibacteriano específico, para evitar el desarrollo de gérmenes y hongos.
• Con internet: algunos se pueden conectar a Internet ofreciéndonos información detallada de los productos que hay en el interior de frigorífico. Además, hay modelos que tienen la facultad de indicarnos si falta algún producto de los que le hayamos configurado, incluso pudiendo pedirlo automáticamente, además de proporcionarnos recetas para cocinar con lo que tengamos en la nevera.

Esperamos que todo lo que os hemos contado hoy os sirva para comprar el mejor frigorífico posible y no caer en los típicos errores que se comenten al adquirir electrodomésticos de este tipo.

Si quieres contarnos cuál ha sido tu elección, siempre puedes hacerlo por medio de nuestras redes sociales.