Año 2025, el 5G ya está en mi móvil: ¿seguiré necesitando fibra óptica en casa?

En 2019 las primeras redes 5G en el móvil han empezado a funcionar de la mano de Vodafone en las zonas más céntricas de 15 ciudades españolas. El resto de operadores también se preparan para tenerlo todo listo para iniciar en 2020 el despliegue general de las redes 5G para móvil con una cobertura más amplia.

Ante este panorama nos invade una duda relacionada con la llegada del despliegue de las redes 5G: con unas velocidades cercanas a 1 Gbps, ¿seguiré necesitando una conexión de fibra óptica en casa?

Este mismo planteamiento ya se lo hicieron algunos usuarios cuando la telefonía móvil se igualaba a la fija tal y como las conexiones 5G se están igualando a las redes de fibra óptica en la actualidad.

De hecho, es bastante probable que muchos usuarios ya se hayan hecho esta pregunta incluso con las redes 4G actuales, por lo que con la llegada de redes móviles mucho más rápidas, esta pregunta cobra todavía más sentido.

¿Seguiré necesitando fibra óptica en casa con el 5G mi móvil?

• Año 2025, los coches todavía no vuelan, pero sí tengo 5G en mi móvil
• Las redes 5G no son lo único que evoluciona
• Dispositivos preparados para el 5G
• El 5G será la alternativa para algunos, pero no para todos

Año 2025, los coches todavía no vuelan, pero sí tengo 5G en mi móvil

Si hasta leer estas líneas nunca te lo habías planteado es porque no te has parado a analizar cómo utilizas Internet en tu día a día, y cuáles son tus necesidades reales de conexión.

Por lo tanto, permitidme que saque brillo a la bola de cristal para echar un vistazo al futuro de las redes 5G en tu móvil y sus los hábitos de uso para determinar, al menos de forma teórica, con el 5G ya en tu móvil, ¿seguirás necesitando fibra óptica en casa?

Para empezar a poder a hablar de una implementación generalizada en todo el territorio deberemos viajar en el tiempo hasta 2025. Será entonces cuando la infraestructura del 5G móvil estará más extendida, llegando a niveles cercanos a los que tenemos en la actualidad.

Es entonces cuando es probable que muchos usuarios se planteen la posibilidad de dar de baja sus conexiones a Internet con fibra óptica tal y como las conocemos en la actualidad y te puedas plantear usar solamente la conexión 5G en tu móvil como método para conectarse a Internet.

En la actualidad, las conexiones basadas en fibra óptica cubren la gran mayoría de los contratos con las operadoras, obteniendo una media de velocidad de conexión de 100 Mbps, con una importante presencia de conexiones a 300 y 600 Mbps y comienzan a verse ofertas a 1 Gbps.

Por su parte, las conexiones móviles basadas en 4G pueden alcanzar los 75 Mbps reales (y los 100 Mbps teóricos), aunque esta velocidad depende en gran medida de la cobertura y capacidad de conexión del hardware de los distintos dispositivos.

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En 2025, ya con una implantación sólida de las redes 5G en el móvil, estas fácilmente superarían 1 Gbps llegando a picos superiores, aunque todavía no llegaría a sus máximos de 10 Gbps teóricos.

Como puedes imaginar, para dar una cobertura de datos mínimamente razonable, los límites de datos en las tarifas móviles en 2025 han desaparecido, dejando paso a las tarifas con datos ilimitados, de forma que puedes navegar siempre a máxima velocidad sin preocuparte de que cada segundo de navegación estarías consumiendo la misma cantidad de datos que tenías contratado en tu tarifa para todo un mes en 2019.

Por lo tanto, el panorama que nos encontramos es que, no tienes un límite de datos mensual en tu tarifa móvil 5G en tu móvil en la que disfrutas de muy altas velocidades de conexión, que básicamente es lo mismo que actualmente obtienes con las conexiones de Internet fijo en casa. Este es el punto de donde muchos usuarios se preguntarán ¿y yo para qué necesito una conexión de fibra óptica en casa, si ya tengo lo que necesito en el móvil?

Las redes 5G no son lo único que evoluciona

En realidad, teniendo en cuenta las tendencias para 2025, es muy probable que la mayoría de usuarios puedan prescindir de una conexión de fibra óptica fija en casa y pasen a utilizar solo las conexiones de banda ancha móvil.

No es algo descabellado. De hecho, actualmente ha sucedido (y cada vez es más habitual) que muchos usuarios prescindan de las líneas de teléfono fijo por tener una línea móvil que ya cubre a la perfección con sus necesidades. ¿Por qué no iba a suceder lo mismo con las conexiones de fibra óptica fija y las redes 5G?

A diferencia de lo que ha sucedido en el caso de la telefonía fija y las líneas móviles, en el caso de las conexiones a Internet se da la circunstancia de que a la fibra óptica todavía le queda un largo camino por recorrer.

Es cierto que en 2025 las redes 5G alcanzarán unos mínimos de 1 Gbps, pero tal vez no se tenga en cuenta que la fibra óptica es tremendamente escalable, permitiendo ampliaciones de velocidad sin que sea necesaria una gran inversión por parte de las operadoras en el proceso.

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Es algo similar a los que hemos vivido durante los últimos años, en los que hemos pasado de recibir una media de 50 Mbps con infraestructura de fibra óptica a velocidades de 600 Mbps (o superiores) con solo hacer una llamada al operador para ampliar la velocidad contratada y sin cambiar ningún componente de tu red.

Manteniendo la misma infraestructura basada en fibra óptica y con un mínimo de inversión, las velocidades de la fibra óptica podrían multiplicarse hasta por cien para 2025, convirtiéndose las velocidades de 10 Gbps en la tasa más popular.

Ya se puede empezar a encontrar hardware de red capaz de soportar esas tasas de transferencia y algunas placas base de gama alta ya comienzan a montar tarjetas de red de 10 Gbps. Por lo tanto, continuaría existiendo la brecha de velocidad de conexión que actualmente existe entre las conexiones de fibra y las conexiones móviles, aunque a un nivel muy superior.

Dispositivos preparados para el 5G

Aunque pueda parecer mucho tiempo, 5 años son relativamente pocos para implementar un cambio del calado del 5G móvil entre los usuarios finales que no son capaces de renovar sus dispositivos al mismo ritmo que lo hace la tecnología. Podríamos poner muchos ejemplos de tecnologías que han pasado años con un uso minoritario hasta que finalmente se ha extendido su uso: USB tipo C, HDMI e incluso el NFC. Pero de todos, el ejemplo que mejor se ajustaría a nuestra temática es el del WiFi ac.

A pesar de que esta tecnología llevaba ya más de 8 años disponible en el mercado, no se ha empezado a generalizar su uso hasta hace solo un par de años. El motivo de esa lentitud en la adopción es directamente proporcional a la frecuencia en la que los usuarios han cambiado su router. Si los routers domésticos que instalan las operadoras no incluían esta tecnología, el usuario no la usaba, y su implantación se produce de forma gradual a medida que se han ido renovando por equipos más actuales.

Lo mismo sucede con portátiles, televisores y otros dispositivos de red, cuya compatibilidad con redes 5G no será una característica habitual y asequible hasta más allá de 2025, y seguirán dependiendo de tecnologías de red más lentas o simplemente distintas al 5G.

El 5G será la alternativa para algunos, pero no para todos

Tal y como sucede actualmente con la telefonía fija y la móvil, e incluso en ocasiones con las redes 4G y la conexión terrestre a Internet, existirán muchos supuestos en los que un usuario podrá prescindir sin problemas de una conexión de fibra óptica en su casa y utilizar únicamente la conexión 5G en su móvil.

Si vives en un entorno urbano y tus necesidades de conectividad son meramente de ocio, las redes 5G en tu móvil te proporcionan todo lo que necesitas para estar comunicado y disfrutar de series y música en streaming, juegos online y todo tipo de servicios de entretenimiento incluso con resoluciones 8K sin tener que depender de una conexión de fibra óptica en casa.

En este sentido, si cada miembro de la familia cuenta con su propio plan de conexión a redes 5G con datos ilimitados (o con una gran cantidad de datos), algo que en 2025 será tan habitual como lo es actualmente el 4G, carece de sentido mantener una conexión de fibra fija en casa.

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Esto siempre queda condicionado a que la cobertura 5G en tu móvil sea la adecuada y que todos los dispositivos estén preparados para conectarse con los distintos smartphones para compartir la conexión 5G haciendo streaming en la smart TV desde el móvil, compartiendo la conexión de datos con el ordenador, con la consola, etc.

Dado el avance del Internet de las Cosas (IoT) lo que sí es probable, independientemente de si tienes conexión de fibra óptica en casa o no, es que tu casa tenga su “propia red 5G” para la comunicación entre los distintos dispositivos como termostatos, electrodomésticos y domótica en general.

En cambio, si tus necesidades de conexión están vinculadas a una actividad comercial o industrial, el uso de la fibra óptica va a seguir siendo imprescindible, tanto por volumen de datos, como por velocidad.

Encontramos pocos cambios en el ámbito rural, en zonas despobladas o en localizaciones de difícil acceso donde, a pesar de los esfuerzos de las administraciones tanto a nivel regional, estatal o europeo, continúa existiendo una enorme brecha tecnológica que no van a solucionar ni el 5G ni la fibra óptica.

No obstante, gracias al desarrollo de estas dos tecnologías, a partir del 1 de enero de será posible ampliar la cobertura al 98% de los pueblos de más de 5.000 habitantes, mejorando su velocidad de conexión, que en ningún caso llegarán a los niveles de los grandes centros urbanos.

Tal y como sucede en la actualidad con las redes 4G, las redes 5G pueden servir como alternativa “asequible” para llevar la conexión a Internet a zonas aisladas.

¿Te has parado a pensar cómo te va a cambiar la vida con el 5G?

Entrecomillamos el término asequible por que el despliegue de redes 5G requiere de un mayor número de antenas que las redes 4G, por lo que su coste es superior, pero continúa siendo más viable que desplegar una infraestructura de fibra óptica en una zona montañosa, por ejemplo.

En cualquier caso, ambas tecnologías no son excluyentes y será la combinación de ambas las que consigan los mejores resultados: el 5G por su inmediatez y su baja latencia y las redes de fibra por su capacidad de transmisión de una enorme capacidad de datos.