Mantas térmicas eléctricas: todo lo que necesitas saber para comprarte la mejor

Cuando estamos en épocas de frío, todo aquello que nos pueda servir para estar más a gusto, sobre todo cuando estamos en nuestra propia casa, es bienvenido. Por eso, las mantas térmicas eléctricas pueden resultar sumamente satisfactorias, ya que van a conseguir que estemos bien calentitos en nuestro propio sofá.

Por el hecho de provocarnos este bienestar, se convierten en productos muy interesantes para poder comprar de cara a tenerlas bien presente cuando las temperaturas exteriores ya están bastante bajas.

El problema puede surgir por la cantidad de opciones que podemos encontrar en el mercado, algo que, por una parte, es bueno, ya que tendremos mucha variedad donde elegir, pero si no estamos acostumbrados a comprar productos de este tipo, el que haya tantas posibilidades solamente nos conduce a la duda.

Por eso nosotros vamos a intentar que todas esas dudas se disipen indicándoos todo aquello que debéis tener en cuenta si queréis adquirir cualquiera de las mantas térmicas eléctricas que se venden hoy en día.

¿Qué es una manta térmica eléctrica?

Una manta térmica eléctrica es un accesorio que nos permite tener el calor controlado desde un termostato (mando), el cual es el que va a marcar la intensidad del funcionamiento del aparato.

En este tipo de dispositivos lo único que vamos a tener que hacer es enchufarlos a la red eléctrica y después gestionar mediante el termostato las diferentes temperaturas a las que queremos estar. 

Estos dispositivos son capaces de transformar la energía eléctrica en calor a través de los cables que se distribuyen por toda la superficie de la manta.

En aquellos modelos que son más modernos, los cables son de fibra de vidrio, lo que se considera un método más seguro y eficiente.

¿Cuál es su consumo?

Evidentemente, uno de los factores que más preocupan a la hora de comprar cualquiera de las mantas térmicas eléctricas es saber cuál es el consumo de electricidad de estos dispositivos.

Pues bien, este tipo de mantas suelen tener una potencia de entre 100 y 150 W, lo que va a significar que, si utilizamos una manta de 150 W durante 6 horas todos los días en los 4 meses de frío, acumularemos en un año 108 kWh de consumo.

No es una cantidad para nada desorbitada e incluso podríamos considerar que es incluso baja. Una lavadora de 1.500 W con un uso de 1 hora diaria supone consumir 547,6 kWh.

Traducido a dinero. Si tuviéramos el kWh permanente a 0,16 euros, nuestro gasto de manta al año sería de solo 17,28 euros.

Según un estudio de IDEA, el consumo medio por piso en España es de 7.859,112 kWh, lo que supone que la manta térmica eléctrica es un 1,4% aproximadamente de ese gasto anual.

Sus principales ventajas

Este tipo de mantas térmicas eléctricas tienen bastantes ventajas que nos pueden ayudar en el ahorro con respecto a la calefacción del propio hogar, que como hemos visto el consumo es bastante contenido.

Pero además tenemos otras ventajas como pueden ser:

• Calor directo y rápido: el calor que nos proporcionan es directo y luego vamos a sentir de manera rápida, ya que son bastante veloces a la hora calentar. Además, son productos que guardan perfectamente la temperatura, lo que proporcionará un gran bienestar.
• Termostato (Mando): el termostato es una de las partes más importantes, puesto que con él podremos ajustar la temperatura a la que queremos estar. El gasto también se va a ir ajustando, porque este mismo termostato apagará la propia manta en el momento en el que se llegue a la temperatura deseada, activándose en el cuándo dicha temperatura ya no se esté cumpliendo.
• Ligeras: son ligeras, por lo que no vamos a tener ningún problema cuando las tengamos encima, IA que nos podremos mover con total libertad sin sentirnos aprisionados.
• Higiénicas: las mantas térmicas eléctricas actuales se pueden lavar en la lavadora y secar en la secadora, por lo que en este sentido son dispositivos muy higiénicos.
• Seguridad: la seguridad también forma parte de este tipo de producto porque los modelos más actuales llevan sistemas de protección contra el sobrecalentamiento, las subidas de tensión o problema similares.

En qué fijarse a la hora de comprar una manta térmica eléctrica

Existen varios detalles en los que debemos fijarnos a la hora de comprar cualquiera de las mantas térmicas eléctricas que hay ahora mismo en el mercado.

Como veremos será realmente muy sencillo todo lo que nos va a marcar el camino hacia la mejor manta para nosotros y nuestras necesidades.

Potencia

La potencia de este tipo de productos se suele mover, como ya te hemos dicho antes, entre los 100 y 150 W, aunque que puede haber algún modelo que supere esta cantidad.

La potencia sirve simplemente para conseguir que la temperatura a la que deseamos estar se consigue de manera más veloz desde el momento en el que encendemos la manta.

Temperatura

Para estar a gusto con una manta eléctrica no se necesita una temperatura excesivamente alta. Suelen moverse entre los 20 y los 45 grados.

Lo importante no es a qué temperatura tenemos la manta, sino la situación que nos proporciona en cuestión del bienestar.

En esto de la temperatura debemos fijarnos en dos cosas. lo primero es que el termostato nos permita varias opciones para regular la propia temperatura, mientras que la segunda es que las resistencias internas estén repartidas por toda la superficie de la manta, para que no haya ningún lugar donde nos sintamos calor.

Mando

Con el mando lo que podemos regular es la temperatura de la manta y básicamente ofrecer los distintos niveles a los que puede funcionar este producto, además del botón de apagado y encendido.

En los casos más sofisticados viene con un sistema para poder programar el apagado de la manta.

Tejido

Este tipo de mantas suelen utilizar textiles cálidos y agradables al tacto, cómo puede ser el de melocotón o borreguito, habiendo algunas que tienen una doble textura, más estética en la parte exterior y más cálida y suave en el interior.

Debemos fijarnos en estos materiales para decidir si son los adecuados para nosotros o buscar otras que nos proporcionen un trato más agradable, además de que nos guste su estética.

Seguridad

También hay que buscar entre las mantas térmicas eléctricas más seguras que haya en el mercado. ya que es un producto que va a estar mucho tiempo encendido y siempre pegado a nuestro cuerpo.

Debería venir como mínimo con protección contra el sobrecalentamiento y sistema de desconexión automática en cuanto detecte cualquier tipo de incidencia en su propio funcionamiento.

También es aconsejable que tenga un temporizador para que se apague transcurrido un cierto tiempo, algo que puede ser una buena forma de prevención por si acaso nos quedamos dormidos.

El cable que va a la corriente eléctrica también debería de estar bien protegido, habiendo modelos que tienen incluso una capa de aislamiento de PVC. 

Otros detalles

También debemos fijarnos en el cable y si es lo suficientemente largo como para llegar al enchufe donde vayamos a utilizar la manta o si el peso de ésta es el que esperábamos (debería ser liviano).

Tampoco debemos adquirir aquellas que incorporen pitidos a la hora de encender o cambiar la temperatura, ya que es algo que a la larga suele ser molesto. 

Un extra que viene realmente muy bien es que la manta incorpore bolsillos para manos, algo que muchas personas agradecerán, puesto que suelen tener casi siempre esta parte del cuerpo fría.

Con todo lo que habéis podido leer ya seréis capaces de adquirir la mejor de las mantas térmicas eléctricas que haya en el mercado para vosotros. Podéis contarnos en nuestras redes sociales cuál es el modelo que habéis comprado y por qué tomasteis esa decisión.