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OLED, cajas de cartón y el sarcófago de Tutankamón: así se analizan los últimos TV

Philips OLED 806 de 55”, análisis y opinión

Ningún aficionado a la tecnología en su sano juicio diría que no quiere tener los últimos televisores de gama alta del mercado en su salón … ¡y que encima te paguen por ello! 

Imagina estrenar un nuevo televisor cada mes, y que el siguiente televisor sea mejor que el anterior. Este puede ser el sueño dorado para cualquier aficionado a la tecnología, y resulta que forma parte de mi trabajo analizando dispositivos en Computerhoy.com. Suena bien, ¿verdad? Pues mi esposa lo odia.

Hasta aquí, no voy a negar que soy la envidia de mi familia, amigos y algún vecino que de tanto en tanto me lanza la pullita sobre qué televisor o equipo de sonido de cine en casa estoy usando para venir a ver el próximo partido de su equipo. No me gusta el fútbol, así que no entro al trapo.

El caso es que, además de meter en casa un televisor nuevo y un equipo de sonido casi cada mes para analizarla, también entra su caja, y se queda como invitado incómodo hasta que se va el televisor. Por lo que sea, aquellos que me lanzaban pullas por estrenar televisor cada mes, no quieren guardarme la caja en sus casas.

Si alguna vez habéis visto la caja de un televisor de 65 pulgadas sabréis que no es un embalaje fácil de disimular en un piso de 80 m2 como el que vivo con mi paciente esposa, que también sufre tener en casa un armatoste de cartón que estorba en todo momento.

¿Te has fijado que, en España, más allá de listas de especificaciones copiadas de la web del fabricante y adornada con algo de literatura, hay muy pocos medios que analizan televisores de primera mano?

El motivo es que los televisores requieren una logística mucho más complicada que simplemente, enviar un smartphone o una smartband. Además, son más propensos a dañarse en el transporte.

Panasonic OLED JZ2000, análisis y opinión

Tanto es así que, en una ocasión, un mensajero llamó a mi puerta desesperado pidiéndome ayuda para subir un paquete. Esperaba el último televisor OLED de Panasonic. Lo que no me esperaba era que este vendría al más puro estilo Tutankamón, con su sarcófago y todo.

Hablamos de una de esas cajas de transportes de más de 180 cm de largo y 140 cm de alto que llevan en los conciertos, con grandes ruedas y más remaches que el Titanic, y el mensajero se disponía a dejármela en casa un mes. En ese momento, pensé que suerte que era grande porque igual me tocaba dormir dentro.

Más allá de las vicisitudes que hay tras la logística del análisis de un televisor, la parte amable es la de probarlo y descubrir antes que nadie las bondades de las tecnologías que llegarán a los salones en los próximos meses, como los televisores QD-OLED o los miniLED.

Pero a ver, Rubén, ¿tanta diferencia hay entre un televisor de 2.600 euros y uno de 700 euros? Pues a pesar de lo que pueda parecer, y pese a lo que te diga tu cuñado, sí la hay y mucha.

De hecho, incluso mi señora esposa, a base de ver desfilar televisores por el mueble de mi salón, ha desarrollado el superpoder de apreciar las diferencias en calidad de imagen y sonido entre televisores en solo unos minutos. “Este tiene más brillo que tal, pero no llega al nivel de aquel otro, y el sonido no tiene mucho cuerpo, le falta  peso en la escena sonora”, me dice.

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Actualmente los televisores OLED se están convirtiendo en la mejor opción para el salón, entregando una calidad de imagen realmente impresionante, y con un precio cada vez más bajo. Lo vimos en ejemplos como los LG OLED C1 o los Philips OLED 806 que analizamos hace unos meses.

Muchos de los que vienen a casa se maravillan de los grosores mínimos que presentan los televisores OLED, y cómo un chasis tan esbelto es capaz de ofrecer esa calidad de sonido. Ese es otro punto en el que los televisores OLED han dado un salto gigante en los últimos dos años.

Panasonic OLED JZ2000, análisis y opinión

El audio de los televisores ya no suena enlatado como lo hacían años atrás y los fabricantes se atreven incluso con sistemas de virtualización de Dolby Atmos integrados en televisor con un perfil de apenas unos milímetros. ¡De locos!

Es tal el empuje de esta tecnología que mi esposa ya arruga la nariz cuando llega un televisor con otra tecnología. ¡Larga vida a los televisores OLED! Que tantas veces me salva de dormir en el sarcófago de Tutankamón a pesar de venir en unas cajas tan grandes.

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Etiquetas: Televisores