Sony Alpha 7 IV, primeras impresiones de la nueva cámara Full Frame de Sony

Se ha hecho esperar, pero por fin tenemos aquí la Sony A7 IV, la nueva cámara de referencia de Sony que sube el nivel de prestaciones acercándose mucho más a los modelos profesionales.

El nuevo modelo toma el testigo de una cámara que ha superado con creces las expectativas de venta de la firma nipona convirtiéndose en una de las cámaras más populares entre los fotógrafos amateurs y semiprofesionales.

Hemos probado la Sony Alpha 7 IV durante unos días antes de su presentación oficial y estas son nuestras primeras impresiones de la nueva cámara semiprofesional con sensor Full Frame de Sony.

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Sony Alpha 7 IV (15 imágenes)

Diseño con estética similar, pero con mejoras importantes

Los mentideros fotográficos llevan al menos dos años vaticinando la renovación de una cámara que no ha dado más que alegrías a Sony desde su presentación en 2018.

Empezamos hablando del diseño de la cámara, que se mantiene en la misma línea que las tres generaciones anteriores, pero con algunos detalles importantes que mejoran el uso en el día a día.

La nueva versión es apenas unos milímetros más voluminosa que su antecesora y, con 658 gramos, solo 8 gramos más pesada. Por lo tanto, no supone una gran diferencia en cuanto a dimensiones, manteniendo la resistencia y ligereza que aporta un cuerpo fabricado en magnesio.

En parte, la responsable de este aumento de peso es la empuñadura, que ha mejorado el agarre cuando se montan ópticas más voluminosas adaptándose mejor a la forma de la mano.

Otro de los cambios importantes en esta nueva generación es la incorporación de una pantalla táctil articulada de 3 pulgadas que facilita el trabajo a la hora de grabar vídeo y aumenta su resolución hasta 1.003.000 píxeles.

La nueva pantalla articulada invita a tocarla y por eso Sony ha integrado los nuevos menús de ajuste táctiles, que permiten moverse por toda la interfaz de forma más intuitiva y rápida. Eso sí, si vienes de una cámara Sony anterior, necesitarás una cierta adaptación porque algunas opciones han cambiado de lugar. Pero en general, la experiencia de uso es mejor.

Los diales de control también se han beneficiado de algunas novedades. La más llamativa la encontramos en el botón de modos, que está formado por un dial doble para seleccionar los modos de fotografía, vídeo y cámara lenta bloqueable y, justo encima, el de modos de disparo manual y los habituales semiautomáticos.

Se incorpora un nuevo dial de exposición junto al que ya existía en la parte superior y se cambia uno de los botones C de acceso directo de la zona superior, que pasa a la trasera, por un botón dedicado a la grabación de vídeo más accesible. Todos ellos son personalizables.

Nuevo sensor de 33 mpx y el enfoque mejorado de las A1 

Las novedades no se limitan a la parte visible de la cámara. El interior de la Sony Alpha 7 IV también ha mejorado incorporando un nuevo sensor Full Frame retroiluminado (BSI) Exmor R de 33,1 mpx, acompañado por el procesador Bionz XR, la misma pareja que encontramos en las cámaras profesionales, como la Sony A7 SIII o la Sony A1.

De la Alpha 1 hereda el sistema de estabilización de 5,5 pasos en el sensor que consigue estabilizar los 5 ejes mejorando la precisión en el enfoque. Afinar la estabilización mejora los resultados en fotografía, pero todavía se nos queda algo corta al grabar tomas a mano alzada y seguimos necesitando un gimbal para trabajos de vídeo.

Se mantiene la base de ISO en un rango de 50 a 204.800 consiguiendo un bajo nivel de ruido en situaciones con muy poca luz y un rango dinámico de 15 pasos igualando los resultados en vídeos con poca luz de las Sony A7 SIII.

El hecho de contar con una base de hardware similar a la de la gama profesional, ha permitido a Sony incorporar funciones que hasta la fecha estaban reservadas en exclusiva a los modelos más top. Un ejemplo es el sistema de enfoque.

Este sistema de enfoque, que en la Sony A7 III ya se posicionaba entre los más rápidos y fiables del mercado, se afina todavía más aumentando hasta los 759 puntos de enfoque para cubrir una superficie del 94% del sensor.

Desde este enlace puedes descargar algunas muestras de vídeos, archivos JPG y RAW tal y como han salido de la cámara para que puedas juzgar el rendimiento de la Sony Alpha 7 IV en primera persona.

Se mantiene el sistema de enfoque por seguimiento al ojo para humanos y animales que Sony ha implantado en toda su gama Full Frame y parte de sus Alpha de la serie 6000, y se añade el enfoque de seguimiento al ojo para pájaros de las Sony Alpha 1.

En nuestras pruebas hemos notado esa mejora en la precisión del enfoque consiguiendo clavar el foco a más de 20 metros en algo tan pequeño como es el ojo de una paloma y mantenerlo enfocado en una ráfaga.

La nueva Alpha 7 IV incorpora algunas novedades inéditas, como la función Mapa de enfoque, una ayuda al enfoque similar a un mapa de calor que, mediante inteligencia artificial, muestra en tiempo real los elementos que se encuentran en foco y los que empiezan a mostrar el desenfoque de profundidad de campo tanto por delante como por detrás del punto de enfoque.

Sony también ha mejorado el visor electrónico de la Alpha 7 IV montando un panel OLED de 3,69 millones de píxeles a una frecuencia de hasta 120 fps, lo que supone 1,6 veces más resolución que el modelo anterior.

Iguala el rendimiento de las A7 SIII y de las A1 con mejoras en la conectividad

En general, el nuevo hardware de la cámara aporta un incremento en su rendimiento y queda patente en distintos apartados como el incremento en el buffer de la ráfaga de 11 fotos por segundo, consiguiendo transmitir hasta 156 fotos en 20 segundos sin que se ralentice la velocidad de disparo.

La grabación de vídeo queda limitada a 4K y 60 fps, realizando un sobremuestreo desde 7K para ofrecer mayor nitidez en la imagen 4K, y deja una cámara lenta a 120 fps pero limitada a las tomas en Full HD.

Permite una profundidad de color de 10 bits con un muestreo de 4:2:2 y una tasa de hasta 600 Mbps, todo ello contando con los perfiles de color con curva logarítmica S-Log y el modo S-Cinetone que se incluían en las Sony A1 y A7 SIII profesionales.

En cuanto a la conectividad, la nueva Alpha 7 IV mejora las funciones que ya encontrábamos en el modelo anterior. Se amplía la doble ranura para tarjetas SD UHS-II de la A7 III añadiendo compatibilidad para tarjetas CF-Express en una de las ranuras.

Los conectores se actualizan manteniendo el jack para micrófono externo, la monitorización de audio con auriculares, un conector USB de tipo C de carga y desde el que se pueden transmitir datos, así como un puerto HDMI de tamaño completo y un conector Multidispositivo (Micro USB) para accesorios, así como la zapata inteligente de Sony.

La nueva cámara de formato completo de Sony recoge el testigo de los nuevos escenarios de trabajo y viene especialmente bien equipada para transmitir el contenido en streaming, tanto desde los puertos HDMI y USB C, como desde las conexiones Bluetooth 5.0 y WiFi de doble banda.

La A7 IV toma el sistema de emisión en directo en movilidad que ya vimos en las Sony ZV-E10 –que probamos aquí—, permitiendo subir el contenido directamente desde un móvil Xperia –como el Xperia 5 III que analizamos aquí–, o usar la cámara como webcam para crear contenido en plataformas de streaming con mejor calidad.

La autonomía se mantiene en muy buenos niveles. Sony ha optado por montar la batería FZ100 con 2.280 mAh como la que montan las Alpha 1.

En nuestra prueba nos ha dado para más de 600 disparos, con disparos en ráfagas, una veintena de vídeos y un uso bastante intensivo de la pantalla. Al final del día, hemos vuelto a casa con un 10% de batería.

El modelo de referencia sube el nivel con prestaciones de la gama más top

Solo hemos podido pasar algunos días probando la Sony A7 IV, pero ha sido más que suficiente para sacar las primeras conclusiones.

Sony ha dado un gran paso adelante en actualización de esta nueva cámara que servirá de base sobre la que desarrollar las sucesivas líneas derivadas: las Alpha 7 C, Alpha 7 S y Alpha 7 R.

La nueva Alpha de Sony ha dado un salto cualitativo en prestaciones subiendo el listón para igualarse en muchas funciones a la gama más top de sus cámaras profesionales.

La mejora en el sensor de 33 mpx, en el sistema de enfoque y en el procesado de imagen es más que evidente con solo ver la nitidez que entrega en fotos y vídeos, así como un tratamiento fidedigno del color y una mejor tolerancia a las escenas con poca luz.

La incorporación de la pantalla articulada, de un botón de grabación de vídeo más accesible y de nuevos sistemas de ayuda al enfoque pone de manifiesto el interés de Sony en potenciar el vídeo en su nueva cámara de formato completo, y lo pone sobre la mesa con la grabación en 4K a 60 fps y con un sistema de refrigeración más eficiente.

Los nuevos menús táctiles y la reorganización de los diales y botones hacen que sea más sencillo pasar de hacer fotos a vídeos sin tener que acceder a los menús de ajuste. Es decir, siendo más eficiente en la creación de contenidos sobre el terreno.

Las primeras informaciones oficiales apuntan a que la cámara se pone a la venta por un precio aproximado de 2.800 euros para el cuerpo y de unos 3.000 euros para kit de cuerpo con el objetivo FE 28-70 mm f/3.5-5.6 OSS de Sony.

Con estas cifras sobre la mesa, el precio de lanzamiento se sitúa unos 500 euros por encima de lo que costaba el modelo anterior en su lanzamiento.