Lo que nadie te había contado nunca sobre la fibra óptica
Computer Hoy
En primer lugar, permite navegar una media de 10 a 100 veces más rápido, con una velocidad constante que no depende de la distancia hasta la centralita, y con menos latencia en las conexiones, lo cual mejora espectacularmente su rendimiento.
Además, la utilización de fibra óptica en lugar de par de cobre favorece infraestructuras menos propensas a averías, por lo que se reducen las posibilidades de sufrir molestos cortes en el servicio de acceso a Internet. Pero no todo son ventajas.
Para disfrutar plenamente de la velocidad de la fibra óptica, no es suficiente con el hecho de que tu operador lleve el cable de fibra óptica hasta tu edificio. Hay una serie de cosas que debes saber si no quieres sufrir una decepción cuando te conectes por primera vez y descubras que no es tan rápida como pensabas.
De acuerdo con los datos divulgados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en 2018 en España había 8,4 millones de usuarios de fibra óptica, casi un 24% más que en 2017.
Es un crecimiento muy significativo, pero la realidad es que solo el 57,20% de los hogares españoles se conectan mediante fibra óptica, y un 35% de los usuarios siguen utilizando conexiones tipo ADSL. En su mayoría en zonas rurales donde la fibra todavía no se ha implantado.
De estas cifras se desprende que, para llevar casi dos décadas desplegando la fibra óptica en España, aún falta bastante camino por recorrer. Por ejemplo, la conexión a Internet mediante redes móviles es mucho más reciente, pero ya está presente en el 84% de los hogares y, además, amenaza con destronar a la fibra óptica en cuanto a conectividad ya que muchos usuarios utilizan sus tarifas móviles para navegar también desde sus hogares.
No todas las conexiones de fibra óptica son iguales
Existen cuatro grandes tipos de conexiones de fibra óptica: FTTH, FTTB, FTTC y FTTN que presentan diferencias importantes entre ellas.
Las conexiones de tipo FTTH, siglas en inglés de “fibra hasta el hogar”, conecta directamente las instalaciones del proveedor de servicios de Internet con el hogar del usuario. Esto permite ofrecer impresionantes velocidades de hasta 1 Gigabit por segundo (Gbps), pero es un sistema costoso porque hay que instalar una gran cantidad de cableado en las calles.
Para reducir los costes, muchos proveedores de servicios de Internet están optando por FTTB (fibra hasta el edificio), FTTC (fibra hasta el armario de conexiones) o FTTN (fibra hasta el nodo de distribución), en las que el cable de fibra óptica llega hasta una ubicación cercana y desde allí los hogares se conectan al servicio mediante un cable de cobre (par trenzado o coaxial). Esto reduce significativamente la velocidad máxima, aunque continúa siendo bastante rápida.
La velocidad de la fibra óptica puede variar considerablemente
Si bien antes hemos dicho que la fibra óptica alcanza velocidades de hasta 1 Gbps, a la hora de la verdad, el servicio que ofrecen los diferentes operadores está bastante por debajo de estos niveles de rapidez.
Actualmente, en la mayoría de los casos, las velocidades reales de la fibra óptica en España se mueven entre los 300 y los 600 Mbps, lo cual se sitúa bastante por encima de los 30-100 Mbps que ofrece una conexión DSL.
Es cierto que algunos operadores empiezan a anunciar fibra óptica a 1 Gbps, pero la cobertura es limitada y la velocidad final depende de la instalación de fibra que llegue hasta la casa del usuario.
Por otro lado, seguro que has oído nombrar los conceptos de “fibra óptica asimétrica” y “simétrica”. El concepto de fibra óptica asimétrica hace referencia a un tipo de conexión que no ofrece la misma velocidad de subida (cuando envías datos a Internet) que de bajada (cuando recibes los datos), siendo siempre esta última de mayor velocidad.
Sin embargo, hoy en día, lo habitual es que los operadores de Internet ofrezcan soluciones de fibra óptica simétrica, que ofrece la misma velocidad de subida que de bajada, lo cual representa una mejora añadida para el usuario.
Las tarifas de la fibra óptica son todavía caras
Generalmente, las conexiones de fibra óptica se comercializan en paquetes que incluyen otros servicios como telefonía móvil, televisión a la carta, etc. Esto hace que el precio a pagar cada mes se dispare considerablemente, por lo que el coste mensual del contrato puede suponer un freno para algunas economías domésticas.
Por otro lado, las conexiones de fibra óptica en España cuestan bastante más que en otros países de nuestro entorno. En la actualidad, el coste medio de una tarifa de acceso a Internet con fibra en nuestro país se sitúa alrededor de los 56 euros al mes, cuando la media en Europa es de 41 euros.
Es cierto que existen ofertas que permiten contratar conexiones de fibra desde 14 euros, pero hay que tener en cuenta que son descuentos por tiempo limitado y suelen estar vinculados a compromisos de permanencia.
De manera que, si vas a contratar una conexión de fibra óptica en tu hogar pagando estos precios, es necesario que te asegures de poder disfrutarla con la máxima velocidad, o estarás tirando el dinero. Para ello, aparte de los requisitos que hemos mencionado para tener acceso a la fibra, es necesario que cuentes siempre con una infraestructura doméstica que esté a la altura.
¿Navegar rápido sin un buen router?
Muchos usuarios descubren que, aunque hayan contratado la conexión de fibra más rápida disponible, cuando se conectan en casa mediante WiFi la velocidad se reduce considerablemente.
La razón es que, a menudo, los proveedores de servicios de Internet instalan un routers de fibra de bajas prestaciones que no ofrecen un rendimiento inalámbrico adecuado. Su falta de rendimiento se deja notar sobre todo en casas grandes o cuando varios usuarios utilizan a la vez servicios que consumen mucho ancho de banda, como las plataformas de streaming de vídeo o juegos en línea.
En estos casos, puedes elegir entre dos opciones que te permitirán sacar el máximo partido a tu conexión de fibra óptica. La primera posibilidad consiste es sustituir el terminal que te ha facilitado tu operador por un router preparado para fibra de última generación.
Estos dispositivos son compatibles con las tecnologías de fibra óptica pasiva y punto a punto, por lo que se pueden conectar directamente a todas las conexiones de fibra óptica que proporcionan los operadores españoles actuales, sin mayor complicación.
La segunda opción se basa en conectar un router de nueva generación al de fibra de tu operador, para de este modo poder compartir la conexión a Internet mediante WiFi con la máxima velocidad y alcance. Elijas la opción que elijas, contar con un router moderno y de calidad hará que puedas aprovechar al máximo las ventajas de la fibra óptica, sin problemas de cobertura ni velocidades por debajo de lo que esperabas cuando contrataste el servicio.
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