Whatsapp ha sido bloqueado en Brasil, y apenas unas horas más tarde ha sido desbloqueado. Las órdenes han venido de la oficina del juez Luiz Moura. La primera de ellas consistía en la "suspensión de la aplicación Whatsapp en todo el territorio nacional". Al parecer, la medida llegó debido a que los responsables de la aplicación habrían desobedecido órdenes judiciales anteriores. De momento, Whatsapp ha sido bloqueado temporalmente mientras se investigan varios casos de intercambio de pornografía infantil. 

Al parecer, el juez Moura está bastante molesto con la actitud de la compañía. Whatsapp parece no colaborar con sus investigaciones, y según aseguran desde la Secretaría de Seguridad Pública donde ejerce, consideran que la famosa app de mensajería no respeta la justicia brasileña. 

¿No has activado Whatsapp Web? ¿Y cómo chateas desde el ordenador?

Al parecer, esta "colaboración" que ha llevado al bloqueo de Whatsappha consistido en no responder a sus solicitudes de información. No es de extrañar, teniendo en cuenta que la política de Zuckerberg es no entregar a los gobiernos los datos de sus usuarios. Esta medida le ha causado algún otro problema con algunos gobiernos que buscaban disidentes. 

Aunque la app de mensajería no se ha posicionado, sí que lo han hecho los sindicatos de las operadoras. De hecho, su protesta debe de haber sido tan efectiva que el juez se ha echado para atrás, y al parecer no obligará a bloquear la aplicación. 

Hay que tener en cuenta que, pese a que hablamos de bloqueo, la app ha seguido funcionando mientras que las operadoras decidían si cumplían y cómo cumplían la orden judicial. El enorme tráfico que ha experimentado Telegram no ha sido obligatorio, sino más bien una precaución por parte de los usuarios.

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A pesar de que la app ya no tiene la Espada de Damocles oscilando en su cogote, las primeras instancias judiciales siguen patentes. Whatsapp deberá proporcionar la información que el gobierno le pida, para acabar cuanto antes con el abuso y la pornografía infantil. 

Lo más probable es que el juez Luiz de Moura no tuviese ninguna intención real de bloquear Whatsapp, pero con estas idas y venidas ha consegudo centrar el foco de la atención pública en el hecho de que la app de mensajería no quiere compartir los datos que enviarían a los pedófilos a la cárcel. La verguenza y el escarnio son poderosos motivadores, y probablemente ahora Whatsapp esté más dispuesto a colaborar que si se hubiese llegado a bloquear de verdad.