De nuevo el gobierno de China vuelve a mostrar el resquemor con el que observa Internet, y que sus ciudadanos puedan acceder libremente a la red. Ya hemos sabido de varios bloqueos de Google en China, y parece que los recientes cambios en el gobierno del país no van a llevar asociadas mejoras a ese respecto, sino más bien al contrario. Así, según informa la agencia Reuters, será obligatorio registrarse para acceder a Internet. Concretamente, siempre que un ciudadano chino desee contratar cualquier tipo de acceso a Internet, tendrá que realizarse una verificación de los datos personales del mismo, con el fin de tener identificadas, siempre, a todas las personas que se conecten a la red desde el país.

La aplicación de dicha medida recaerá sobre los proveedores de acceso a Internet (fijo y móvil) que, a partir de su aplicación, tendrán que verificar la identidad del contratante con algún documento oficial, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, que era posible hacerlo con documentos no oficiales. De esta manera, el gobierno se asegura el control absoluto sobre las actividades de cada uno de sus ciudadanos en Internet.

Las únicas declaraciones oficiales al respecto afirman "Sólo de esta manera, nuestra Internet es más saludable, más cultural y más segura". Sin embargo, ante este nuevo acto de censura de Internet en China, las reacciones no se han hecho esperar, puesto que la red era uno de los pocos espacios en los que, de alguna manera, los ciudadanos chinos podían disentir de las políticas oficiales y abrir un espacio para el debate.