Estos días se debate ampliamente en Internet la intromisión de los gobiernos en la privacidad de las cuentas de usuario de servicios de Facebook, Google o Microsoft. Pero hay que reconocer que, en ocasiones, somos nosotros mismos quienes revelamos secretos íntimos en las redes sociales sin pensar en las consecuencias. Ni siquiera es necesario que se trate de un secreto. Una opinión política, un comentario sobre una comida, una persona o un accidente, puede ser suficiente para desvelar nuestrapersonalidad.

Según publica el periódico The Economist, el Centro de Investigación Almaden deIBM ha llevado a cabo un estudio que pretende relacionar los tweets que escribimos con nuestra forma de ser, nuestros gustos y nuestras necesidades. El profesor Eben Haber y su equipo han estudiado cadenas detweetsde más de 90.000 usuariosdeTwitter y han descubierto patrones de palabras que permiten definir su personalidad. Bastan cincuenta tweets para describir, a grandes rasgos, la forma de ser de una persona. Con doscientostweets, el análisis de personalidad es bastante preciso. No sólo eso. También son capaces de adivinar los gustos y necesidades de esas personas, con las correspondientes aplicaciones, desde el punto de vista del marketing, que se derivan.

Eben Haber y su equipo están desarrollando un software que analiza las cadenas de tweets e identifica los patrones de palabras asociados a los distintos tipos de personalidad, de forma automática. Psicoanalizados por un robot, literalmente. Pretenden ponerlo a la venta a finales de año.