¿Después de una sesión deportiva exigente notas que tienes menos hambre y no saber por qué? Para resolver el misterio, un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina Albert Einstein (Nueva York, Estados Unidos) ha llevado a cabo un estudio que desvela por qué el ejercicio intenso reduce el apetito.

Young-Hwan Jo, profesor asociado de medicina y farmacología molecular y autor principal de la investigación, se propuso descubrir el motivo por el que el hambre disminuye después de practicar deporte de forma intensa. El científico afirma que corre tres veces por semana entre 30 y 45 minutos, y después de sus entrenamientos experimenta dos efectos: la temperatura de su cuerpo se eleva y se reduce su apetito durante varias horas.

Teniendo en cuenta estas reacciones, el Dr. Jo se preguntaba si algunas neuronas del hipotálamo, el área del cerebro que desempeña el papel principal en la regulación del peso corporal y del metabolismo, perciben que la temperatura del cuerpo aumenta y responden al calentamiento inducido por el ejercicio mediante la liberación de señales que indican al individuo que no coma, al menos hasta que el organismo se haya enfriado.

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Para llevar a cabo el estudio, el equipo se centró en las neuronas proopiomelanocortinas supresoras del apetito en el núcleo arcuato del hipotálamo. Algunas de estas neuronas no están protegidas por la barrera hematoencefálica, por lo que pueden detectar y responder directamente a las hormonas y los nutrientes en la sangre. Los investigadores efectuaron pruebas en modelos de ratón para ver si estas neuronas también son capaces de sentir los cambios de la temperatura corporal, y comprobaron que sí disponen de los receptores necesarios para ello.

Después de verificar esto, los científicos llevaron a cabo experimentos para explorar el papel de estas neuronas en la reducción del apetito, y descubrieron que los ratones que se ejercitaban y subían su temperatura corporal comían aproximadamente un 50% menos alimentos que los roedores que no hacían deporte. 

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"Nuestro estudio proporciona evidencia de que la temperatura corporal puede actuar como una señal biológica que regula el comportamiento de la alimentación, al igual que las hormonas y los nutrientes", afirma el Dr. Jo. Estos hallazgos allanan el camino a nuevos enfoques para ayudar a las personas a tener menos apetito para adelgazar y perder peso.