Por qué no deberías utilizar los secadores de manos en casos como el coronavirus
Uno de los primeros consejos que se dieron con el tema del coronavirus fue el mantener la higiene en lo posible, sobre todo con el continuo lavado de manos. Dicen que hay que estar frotándose las manos entre 40 y 60 segundos. Sin embargo, si lo haces en un espacio público puede que después llegue la gran duda: ¿cómo las secamos?
¿Toallas de papel o secadores de manos? Ahí está la cuestión. Pero en Wired han investigado y encontrado una respuesta: los secadores es mejor evitarlos en lo posible. Casi mejor ni acercarse.
El motivo de la desconfianza está en que expulsan aire a 420 mph y envían todo tipo de partículas y gotas en un radio de más de un metro, según un estudio que se realizó en 1989. Por lo que el problema no se encuentra solo en lo que haya en tus manos, también en lo que ha expulsado con anteriores usuarios del aparato.
Pero a esto hay que añadir otro aspecto que se descubrió en un análisis de 2018, la cantidad de patógenos que se sitúan en los filtros de los secadores de manos y que tienen posibilidades de colonizar las manos. No son un gran riesgo, pero sí un riesgo mayor que el secarse con un poco de papel que no ha estado en contacto con ningún otro elemento.
En Mayo Clinic Proceedings realizaron estudios comparativos entre las distintas opciones y mostraron unas conclusiones claras: “desde el punto de vista de la higiene, las toallas de papel son superiores a los secadores de aire eléctricos”. Del mismo modo, recomiendan su uso en hospitales.
El único aspecto en el que los secadores ganan a las toallas es en sostenibilidad. Se estima que el gasto que realizan es una quinta parte del que se produce con las toallas de papel. Aparte de ser más cómodo. De ahí su instalación en tantos locales de hostelería.
En todo caso, si quieres evitar el coronavirus y te lavas las manos fuera de casa, ya sabes que la opción más segura y saludable está en el papel y no en el secador de aire.
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