Japón quiere convertirse en la ciudad de referencia mundial en lo que a transporte inteligente se refiere. Con este objetivo, las calles de Tokio acogen la que será la primera prueba de taxis autónomos con pasajeros que ofrecen un servicio completamente real.

Esta iniciativa viene de la mano de ZMP, una joint venture dedicada al desarrollo de tecnología de conducción autónoma, y de Hinomaru Kotsu, una compañía de taxis de reconocido prestigio fundada en el año 1991. El objetivo de esta asociación no es otro que el de poner en marcha el servicio completo de taxis autónomos hacia 2020, aprovechando que Tokio será la sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.

ZMP y Hinomaru Kotsu afirman que es la primera vez en el mundo que se pone a prueba un servicio de taxis autónomos en el que los pasajeros pagan una tarifa como si se tratase de un taxi convencional.

El vehículo es una minivan equipada con sensores y tecnología de conducción autónoma que efectúa cuatro viajes de ida y vuelta diarios entre las instalaciones comerciales de los distritos de otemachi y Roppongi en Tokio, que se encuentran a unos 5,3 kilómetros de distancia.

Los pasajeros tienen que solicitar la recogida a través de una app para el teléfono móvil, donde también pueden realizar el pago, que tiene un coste de 1.500 yenes por trayecto (11,53 euros al cambio actual). "Fue un viaje tan natural que casi me olvidé de que era un coche sin conductor. Sentí el avance de la tecnología", afirma uno de los pasajeros que ha podido probar el servicio.

Durante las pruebas, el coche autónomo es el encargado de llevar a cabo todas las maniobras de conducción, aunque por el momento está supervisado por un conductor y un asistente que garantizan la seguridad en todo momento. 

ZMP y Hinomaru Kotsu tienen previsto plantear una segunda ruta de pruebas más adelante este año, que conectará el aeropuerto de Haneda con el centro de Tokio. Si los planes siguen su curso, el servicio completo se estrenará en 2020.